En el verano de 1942, José Antonio Labordeta viajó por primera vez a Canfranc con sus padres y sus hermanos y descubre la vida, la libertad y una parte de ese Aragón que siempre iba a llevar en su voz y en su corazón. En este lugar se sentía en paz y a salvo, y veía una puerta que se abría también al exterior, a Francia. Su estación formaba parte de su vida y de su lucha. El propio Labordeta escribió sobre ella: “Esa maravilla que creó un grupo de visionarios al principios de siglo XX, con la iniciativa de levantar a una región entonces deprimida. Pero cuando cerró su conexión con Francia, llegó a ella la desidia y la desesperanza. Desde entonces, la lucha por su rehabilitación y la reapertura de la línea internacional se convirtió en un símbolo”. Por lo tanto, el documental Labordeta, un hombre sin más, que está preparando la fundación que lleva su nombre, dirigido por Gaizka Urresti y Paula Labordeta, no podía empezar a rodarse en otro lugar. Alrededor de 500 personas, vecinos y amigos de la localidad de Canfranc fueron ayer protagonistas, junto a la familia de José Antonio Labordeta y los cantautores Luis Pastor y María José Hernández, del inicio del rodaje del documental que está previsto que vea la luz el año que viene.

El emotivo acto comenzó a las 21.30 horas y se celebró delante de la estación de Canfranc, un lugar emblemático para José Antonio Labordeta, como recordó su viuda Juana de Grandes, presidenta de la Fundación, ya que fue la semilla de tantas y tantas banderas que enarbolaría a lo largo de su vida: Aragón, la libertad, la solidaridad. Tanto fue así que en este valle del Aragón, en una Navidad del año 1974 escribiría su épico Canto a la Libertad.

Durante dos horas afloraron en este acto-homenaje las emociones y sentimientos de todos los que se dieron cita en el puente de entrada a la estación de Canfranc, sobre el río Aragón, para recordar a Labordeta y corear sus canciones en una noche mágica, en la que centenares de personas unieron sus corazones y enlazaron sus manos para concluir con el Canto a la libertad.

Presentó el acto Ana Labordeta, actriz e hija del recordado escritor, músico y político aragonés. Emocionada, pero ilusionada, fue explicando el proyecto de este documental y dio paso a quienes desde el escenario hicieron que este acto fuera más que un homenaje: el principio de un proyecto largamente acariciado por la Fundación José Antonio Labordeta, con la complicidad y el protagonismo de centenares de personas.

Emotivo fue el momento en el que Marta y Carmela, nietas de Labordeta, leyeron versos de su abuelo, del abuelo. Inmediatamente después, el cantautor Luis Pastor, acompañado de Lourdes Guerra, interpretó cinco temas de Labordeta con la pasión que le caracteriza. Especialmente celebrada fue la canción que da título a este documental: “Recuérdame como un árbol batido, como un pájaro herido, como un hombre sin más. Recuérdame como un verano ido, como un lobo cansino, como un hombre sin más...".

La voz de la cantautora María José Hernández, extraordinaria y hermosa, sonó con más fuerza y emoción que nunca en los diez temas que interpretó de Labordeta, recogidos y versionados en su disco Uvas dulces, canciones de amor, de lucha y de solidaridad, desde Mar de amor a Rosa, rosae o Devuélveme. Estuvo acompañada por Sergio Marqueta (teclados) y Daniel Escolano (chelo y contrabajo).

Tras estas interpretaciones, se proyectó un vídeo que explica la relación de Labordeta con Canfranc, lo importante que fue en su vida, mediante imágenes de archivo que recogen sus testimonios y canciones. “Amaba el Pirineo como pocas cosas y a Canfranc la amaba como un adolescente”, se pudo escuchar.