Un Don Juan alejado del estereotipo del clásico e inmortal personaje de José de Zorrilla y más cercano a la visión de Tirso de Molina es el protagonista del montaje con el que el Ballet de Zaragoza llega al Centro de las Artes Escénicas y de la Música de Salamanca, después de representarlo con gran éxito en la capital aragonesa.

La mítica figura del teatro se convierte en este montaje del coreógrafo alemán Olaf Schmidt en un personaje de danza, con música de Mozart y Astor Piazzolla, que se podrá contemplar hoy y mañana.

Se trata de un montaje inspirado en textos de Tirso de Molina, Moliére y Da Ponte, y donde se da una cabida importante al humor, que "facilita el seguimiento de la obra y su comprensión por parte del espectador", según destacó en rueda de prensa la directora del Ballet, Pastsy Kuppe - Matt. Asimismo, sintetizó la obra: "Se trata de un entrelazamiento de danza, comedia y drama capaz de trasladar al espectador a un mundo donde el mito y el ser humano se complementan".

Dividida en dos actos, se muestra el "carácter pendenciero y bravucón del protagonista",como afirmó Kuppe-Matt, y a cuya sombra su criado Leporello traza una figura lindante con la tradición picaresca hispana.

La trayectoria del montaje hace que el personaje de Don Juan llegue al espectador "de un modo en el que gusta pero que a la vez te das cuenta de que no lo quieres" , como explicó la directora.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Pilar Fernández Labrador, alabó la obra en su presentación, y recordó que, en su estreno el pasado 31 de octubre de 2003 en el Teatro Principal de Zaragoza, cosechó un gran éxito de público y crítica.