Dos trabajadores del Centro Dramático de Aragón (CDA), Patricio Castelltort y Maria Luisa García Omella, despedidos de sus puestos de trabajo en las áreas técnica y de producción ejecutiva respectivamente, tras haber presentado sendas denuncias de acoso laboral o mobbing han sacado a la luz pública duras acusaciones contra la gestión del CDA por parte de su director, Francisco Ortega. Señalan los dos trabajadores, que fueron contratados en agosto del 2002 que su despido (un año más tarde) obedeció a la ausencia de contenido ocupacional a lo largo de toda la jornada anual . Ellos recuerdan que tras un proyecto de plantilla de 16 trabajadores el centro decidió recortar la plantilla a la mitad en enero del 2003, una vez finalizada la producción de la obra Ricardo III . Y afirman que durante esa producción tuvieron que realizar horas extras en número de cien en sólo dos meses.

Acusan estos dos trabajadores que, mientras tanto, la jefe de producción pasó gran parte del tiempo en Madrid ocupada supuestamente "en otras labores incompatibles con su puesto de trabajo". Durante el año 2003, afirman, el CDA optó por contratar personal que cubriese las funciones de los que serían más tarde despedidos. Junto a las acusaciones de una supuesta mala gestión económica del Centro, los dos denunciantes señalan que se optó por la externalización de trabajos a través de empresas de servicios.