La historia de Al-Andalus en 12.714 manuscritos. O lo que es lo mismo, buena parte de la historia de la península Ibérica, el sur de Francia, Ghana, Mali y Shongai.... enterrada debajo de las casas de más de mil personas de la familia Kati que custodian el Fondo Kati ante la amenaza islamista que aboga por su destrucción.

Ahora, dos de los 12.714 manuscritos que conforman el Fondo Kati se pueden contemplar en la Torre DKV de Zaragoza hasta el próximo 5 de noviembre. Se trata del Manuscrito de matemáticas (aritmética) perteneciente al Emperador Askia Mohammed y del Manuscrito de decoración tuareg (en forma de tienda) perteneciente a Mahmud Kati III.

El vicepresidente del Fondo Kati y directivo de DKV (principal valedora del mantenimiento del fondo), Antonio Vila, explicó ayer que la exposición Fondo Kati y el diálogo de las culturas que ayer se inauguró ha sido posible tras un viaje que él mismo realizó a Mali: «Me reuní con el gobierno para obtener el permiso de que pudiéramos exponer el fondo en España. Nuestra intención no es llevárnoslo a España sino hacerlo accesible para todo el mundo y que se dé a conocer y ellos lo entendieron».

Los manuscritos que se pueden ver en Zaragoza se muestran tal y como se han recuperado de los cofres (dispersados por todo el país) donde se esconden: «Una vez sacados de Mali, se restauran, se digitalizan y se traducen», explicó Vila. Precisamente, este último apartado es de lo más importantes: «Traducirlo es fundamental para demostrar que lo que cuentan estos documentos nada tiene que ver con lo que propugnan los islamistas radicales que están poniendo en peligro el país». De hecho, en su visita a Mali, Vila tuvo alguna experiencia desagradable en forma de amenazas: «Todo el mundo tiene que conocer las historias de los manuscritos».

Bien es cierto que es un trabajo muy laborioso ya que, hasta ahora, solo se han podido sacar alrededor de 50 manuscritos en dirección a España y el resto sigue escondido en Mali: «Todo está en peligro, por supuesto», dijo Vila que explicó que «cada cierto tiempo lo vamos moviendo de sitio». Junto a la exposición, que se podrá visitar hasta el 5 de noviembre, la Torre DKV acogió ayer también la proyección del documental Ismael, el último guardián, dirigido por Myriam Pedrero, que narra el viaje que realizó Antonio Vila a Mali. En su producción, había decidido participar Al Jazeera hasta que las amenazas recibidas le hicieron desistir.