Si los lectores no van en busca de los libros, sus editores y sus autores los llevan a los lectores. Y qué mejor sitio que la calle. De esta manera, ayer de 11 a 21 horas de forma ininterrumpida, 40 autores y 14 editores aragoneses --uno más que el año pasado-- se acercaron al público sacando las últimas novedades literarias de nuestra comunidad autónoma. "Lo fundamental es sacar el libro a la calle", declaró Joaquín Casanova, el presidente de la Asociación de Editores de Aragón. Entre esos libros, "la temática aragonesa es la que más éxito tiene".

Este, es el tercer año consecutivo que se celebra el Día del Editor Aragonés, que está impulsado por la Asociación de Editores y Distribuidores de Fondos Propios de Aragón, y que este año se ubicó en el Paseo de la Independencia, como una extensión de las carpas de las casas regionales de la plaza de Aragón.

El editor de Onagro, Fernando Jiménez Ocaña expresó que "hay que aprovechar la afluencia de público de las fiestas del Pilar pero no solo el del público zaragozano, sino también el del público que viene de fuera", explicó ante las dudas de algunos editores de ubicar este día del libro en plenas fiestas del Pilar.

VENTAS DISPARES

"Ha habido mucha animación, la gente ha venido a pasear, a ojear", expresó Casanova. Pero la realidad es que unos editores consideraban que las ventas eran satisfactorias, otros que eran nefastas y otros que seguían las cifras de otros años. Los libros que se ofrecen "son difíciles de encontrar fuera de Aragón, de Madrid o Barcelona" y por ello, ayer se dieron cita multitud de personas que se encontraron esta feria en mitad de su paseo. José Luis Delgado, de editorial Delsan, vio un "acierto" esta iniciativa se realice antes del día del Pilar "porque la gente tiene una mentalidad más cultural". Por su parte, Adela Rubio, autora de la misma editorial, calificó de "fantástico" el contacto con los lectores. "No es lo mismo ver los libros en una librería que verlos expuestos en la calle donde se pueden tocar y ver con más libertad", añadió.

De hecho, la gente, aparte de ojear, "se interesa por preguntar a los autores", según el escritor Fernando Martínez de Baños. Ese contacto con el lector es "muy positivo", según el ilustrador Alfredo Ugarte, porque es una manera de asegurarse "que funcionan muchas de las claves del libro". Ignacio Ochoa, ilustrador de la colección Los Cabezudos, indicó que "es una forma de reivindicar que la literatura es una actividad más que puedes hacer durante las fiestas del Pilar".

TEMAS ARAGONESES

En cuanto a las ventas, según Delgado, los temas que más triunfaron fueron los aragoneses y dentro de ellos, los infantiles. Para Fernando Jiménez Ocaña, de la editorial Onagro, la mañana fue "buena y el tiempo ha acompañado", cuando se vendieron sobre todo Donde duermen las aguas, de Lorenzo Mediano; y Talión de Michel Suñén. Por la tarde, la gente fue "más de paseo". Sergio Navarro de Anorak Ediciones obtuvo "unas ventas muy razonables para un día en el que estamos conviviendo con todo tipo de oferta". En esta editorial, fue Paula Figols la escritora estrella que más vendió.

Las opiniones de editoriales y escritores fueron dispares, tanto como las ventas. Sin embargo, lo que es seguro es que la producción editorial aragonesa "ha bajado un 30%" durante el año pasado, según Casanova, y teniendo en cuenta que las instituciones públicas "antes producían mucho y ahora no producen nada". En total, más de 1.000 títulos fueron los publicados durante el año pasado en Aragón.