Alberto Alvarez cortó tres orejas (dos en su primero y una en el que cerró plaza), lo que le permitió salir ayer a hombros de la plaza de toros de Ejea al término de la última corrida de la Feria. Juan Diego escuchó división de opiniones en su primero y ovación en el cuarto, mientras que Jesús Millán, que sustituyó a Matías Tejela, fue ovacionado en los dos.

Se lidiaron astados de la ganadería de Los Bayones, bien presentados pero de juego muy desigual, resultando los mejores tercero y sexto. El segundo hubo de ser devuelto a los corrales dada su invalidez, saliendo en su lugar un sobrero de la ganadería de Zalduendo, de buen juego pero con muy pocas fuerzas. La plaza se llenó en una cuarta parte de su aforo.

Matías Tejela no pudo comparecer pues, como consecuencia de una gastroenteritis, el espada sufrió una crisis de hipotensión, según el parte médico remitido por el diestro a la plaza de toros ejeana.

Alberto Alvarez, que supo aprovechar a la perfección las buenas envestidad de los astados que le tocaron en suerte, cuajó una sensacional tarde de toros, lo que le acredita como una firme promesa del panorama taurino aragonés. El torero de la Valareña se mostró muy voluntarioso con el capote en sus dos enemigos.

Con la muleta, cuajó en su primero una excelente labor por el pitón derecho, con muletazos en los que hubo cadencia, temple y profundidad, cortando dos orejas a pesar de que la estocada resultó trasera.

En su segundo, que tuvo mucho menos recorrido, obtuvo excelentes muletazos toreando al natural por el pitón izquierdo, corriendo la mano con seguridad y maestría, y manteniendo las zapatillas atornilladas al albero. Mató de estocada y cortó una oreja.

En su primero, el sobrero de Zalduendo, Jesús Millán cuajó con la muleta una faena con gusto y reposo, en la que lo mejor fueron los comienzos. Falló con la espada, lo que le impidió cortar trofeos. Con su segundo, al que recibió con una larga de rodillas, no acabó de cogerle el sitio, toreando con la muleta por lo que no pudo haber lucimiento.

Durante la lidia del primer toro de Millán, resultó herido Jesús Arruga, con una fuerte contusión en el pecho, por lo que fue trasladado a la clínica Quirón de Zaragoza para que se le realice un estudio radiológico.

El torero de Salamanca Juan Diego no pudo sacar partido de su primer enemigo, un animal manso y peligroso, al que pasaportó con dignidad. Con su segundo, navegó a la deriva, realizando un trasteo muy vulgar, carente de interés.