El nuevo director del Instituto Cervantes, el poeta Luis García Montero, defendió ayer que esta es una institución «de Estado» que, además, sale «muy rentable» porque la mitad del presupuesto surge del propio trabajo docente y cultural del organismo, y únicamente supone «un poquito más de un euro» por español.

Así lo manifestó en la última jornada de la reunión anual de los 70 directores del Instituto Cervantes en los cinco continentes, que durante cuatro días se ha celebrado entre Orihuela y Alicante y que le ha servido para estrenarse en el cargo, después de su designación hace una semana en el Consejo de Ministros. García Montero defendió que la actividad del Cervantes hace que «se multiplique» cada euro que aporta el Estado gracias a la labor del personal de la institución, algo que le hace sentirse «orgulloso».

Por ello, subrayó la necesidad de que la institución esté alejada de «las políticas coyunturales» y, en cambio, sí ejerza una «diplomacia cultural» con el resto de países europeos. También aputó que tiene avanzados los planes estratégicos con los países hispanohablantes y los nuevos retos con Asia, Europa y el Magreb.

Entre los retos más inmediatos del Cervantes, en septiembre un simposio en Pekín sobre los intercambios culturales España-China, en noviembre un congreso sobre el español en Oriente Medio, en El Cairo, y avanzar en el congreso internacional de la lengua española en la ciudad argentina de Córdoba, en 2019.