Los sectores que posibilitan en Aragón la celebración de espectáculos y conciertos en directo (técnicos, promotores, salas de música, promotores...) presentaron el pasado martes en el Ayuntamiento de Zaragoza un escrito en el que denuncian la forma en la que el área de Cultura del consistorio informó hace unas semanas del denominado Ciclo Otoño Cultural, presentado como una propuesta extraordinaria elaborada con el presupuesto no ejecutado en las suspendidas Fiestas de Pilar. «El problema es que este ciclo tiene muy poco de extraordinario y se ha cimentado en falsedades y manipulando datos que ofrecen una versión distorsionada de la realidad a toda la opinión pública», subrayan fuentes de la Plataforma intersectorial de la Música, Eventos y espectáculos de Aragón.

Esta entidad se creó el pasado 21 de octubre para representar y defender los intereses del sector ante las administraciones y está formada por las siguientes asociaciones: Silvis (Asociación empresarial de proveedores de equipamiento técnico de Sonido, Iluminación, Vídeo y Servicios Auxiliares), Astavea (Asociación Sindical de Técnicos Audiovisuales y Escénicos de Aragón), Appma (Asociación profesional de managers y promotores de música de Aragón), Aragón en Vivo (Asociación profesional de Salas de música en Aragón) y Apporte (Asociación de Profesionales de la Producción y Realización de Eventos en Vivo).

Según la plataforma, el ayuntamiento presentó el pasado 16 de octubre una serie de actividades bajo el paraguas del citado Ciclo Otoño Cultural, actos «definidos como de carácter extraordinario» para impulsar la reactivación del sector en estos momentos tan complicados. Sin embargo, las asociaciones firmantes aseguran que en ese ciclo se han incluido «actividades que son de programación rutinaria en cualquier año para estas fechas», así como «conciertos de producción privada». En su denuncia, además, acusan al consistorio de intentar «maquillar» un presupuesto «con el que se pretende justificar el gasto de más de un millón de euros, y que analizado con detalle, resulta completamente inverosímil».

En este sentido, desde la plataforma recuerdan que la vicealcaldesa Sara Fernández dijo en la presentación que el presupuesto de la sociedad Zaragoza Cultural previsto para los Pilares (en torno a un millón de euros) se iba a destinar a esta programación de otoño. «Para que la industria cultural no sean los paganos de la cancelación de las fiestas», destacó Fernández ese día. A las empresas que forman la plataforma les han dolido especialmente esas palabras e insisten en que las cifras «no se corresponden con la realidad». «Somos profesionales de esto y sabemos lo que vale; hemos hecho un estudio detallado y estimamos que la programación extraordinaria del ciclo no supera los 200.000 euros», indican.

Lo que más lamenta la plataforma es que se traslade «una visión distorsionada de la realidad». «Esto es muy grave porque luego si los ciudadanos nos ven protestando y quejándonos de nuestra situación nos pondrán en duda creyendo que el ayuntamiento nos acaba de apoyar con una nueva programación de un millón de euros», critican.

Por otra parte, lamentan que el consistorio no contara con el sector a la hora de elaborar esta programación de otoño. «Nos hubiera gustado que nos llamaran para ver qué forma era la más coherente y justa de reinvertir esa partida presupuestaria de forma que se ayude de verdad a los colectivos más afectados por todas esas suspensiones», señalan.

Por todo ello, piden al ayuntamiento en su escrito que aclare todos estos puntos y que rectifique su planteamiento y programe realmente unas actividades que impulsen la actividad de un sector muy perjudicado por la suspensión de las fiestas del Pilar.

Las citadas fuentes también quisieron dejar claro que esta denuncia «nada tiene que ver con unas u otras siglas políticas». «No vamos contra nadie, lo que queremos es analizar qué se ha hecho con todos los presupuestos que se habían destinado a la cultura en los ayuntamientos, las diputaciones y el Gobierno y ver si finalmente se han podido llevar a cabo. Si se han derivado a otros cometidos más urgentes por la crisis sanitaria quizá hasta lo podamos llegar a entender, pero que lo expliquen y lo digan», sostienen desde la plataforma, que insisten en que lo que quieren evitar es que «se confunda a la opinión pública».

A este respecto, lamentan que Zaragoza ha sido una de las pocas grandes capitales españolas que durante el verano no ha impulsado un programa de actos para fomentar la exigua actividad en el sector. En esta línea, también critican la escasa agilidad que ha demostrado tener el Ejecutivo autonómico y denuncian que aún no haya activado las ayudas extraordinarias que prometió hace meses. «Valoramos las buenas palabras y el entendimiento con la consejería de Cultura, pero necesitamos hechos ya», apuntan.

La plataforma, que engloba a 40 empresas y sostiene 1.200 empleos en Aragón, advierte de que si no se hace algo se va a destruir un sector que va a costar mucho volver a poner en marcha: «Sembrar sobre tierra quemada cuesta mucho; no solo están en juego muchos empleos, también buena parte del tejido cultural».

Más unión en la cultura aragonesa

La única nota positiva que puede extraerse de la crisis sanitaria es que está impulsando y acelerando la unión en el sector cultural aragonés. La plataforma que acaba de presentar la denuncia en el ayuntamiento es un buen ejemplo de ello. Esta nueva entidad es la unión de cinco asociaciones de técnicos, promotores y managers, salas de música y profesionales de la producción y la realización de eventos en directo. La denominada Plataforma intersectorial de la Música, Eventos y espectáculos de Aragón, que aglutina a 40 empresas (casi todas micropymes) y representa a más de 1.200 empleados, ha nacido para unir fuerzas, «reclamar un cambio en el modelo de gestión y demandar un plan de ayudas extraordinarias». En este sentido, piden a las instituciones que cuenten con ellos a la hora de diseñar esos apoyos porque «sin nuestro conocimiento y experiencia en este ámbito, difícilmente se pueden tomar medidas realmente útiles y acertadas». Asimismo, denuncian la limitación de aforos del 25%, porque hacen inviable la realización de cualquier evento que no cuenta con el apoyo de las administraciones públicas. «Va a llevar a la quiebra a muchas empresas de forma innecesaria porque se ha demostrado que la cultura no ha causado contagios», insisten.