"El Diccionario de la Real Academia siempre ha tenido un interés por las lenguas y los dialectos de España y desde su creación, en 1726, el más importante de todos fue el aragonés", asegura el director de la RAE José Manuel Blecua, que ayer impartió la conferencia Aragón y el diccionario de la lengua española en el salón de actos de la CAI, acto incluido en el ciclo conmemorativo del 150 aniversario del Ateneo de Zaragoza. Una intervención que precedió a la presentación oficial del nuevo diccionario en Zaragoza, que tendrá lugar hoy a las 12 horas en el Museo Pablo Gargallo, con la presencia del alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch.

En su intervención, Blecua recordó algunas palabras aragonesas que forman parte del acervo cultural de toda la comunidad de hablantes del español, como "luna, en el sentido de patio abierto al exterior, o muchas palabras del campo, como fiemo (en castellano estiercol)", pues, reiteró, "ya desde el primer tomo del diccionario, en el siglo XVIII, las palabras procedentes del aragonés ocuparon un lugar destacado".

Había expectación por conocer las valoraciones del director de la RAE sobre el nuevo diccionario que --realmente como cada edición-- llega cargado de polémica por las acepciones e inclusiones de algunas palabras. Más cuando entradas como gitano, una de cuyas acepciones es trapacero, que define como "persona que con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto" había provocado incluso manifestaciones del colectivo frente a la sede de la academia. Ayer, sin embargo, en Zaragoza, se vivió un momento quizá anecdótico, quizá simbólico, como fue el abrazo en el que se fundieron el fotógrafo de raza gitana Enrique Carbonell y José Manuel Blecua antes de la charla. Carbonell buscó al director de la RAE y le ofreció un regalo, mientras que Blecua le dio su tarjeta y le emplazó a llamarle. Sin duda, lo mejor para el entendimiento son las palabras.

Ante las polémicas desatadas, José Manuel Blecua tiene claro que el diccionario "es notario de lo que la gente habla y escribe". "En realidad --continuó--, un diccionario no es lo que todo el mundo querría, y es la gente la que crea las polémicas, no el diccionario. Por ejemplo, las palabras malsonantes existen lo quieran o no y quien critica que se recojan son luego los que las utilizan".

AMERICANISMOS

Otro de los aspectos más destacados de la nueva edición es la inclusión de numerosos americanismos, fruto del trabajo conjunto de las 22 academias del español existente en el mundo, "una tarea gigantesca, pues tanta variedad da una riqueza enorme al idioma". Voces que considera imprescindible, por ejemplo, "para entender las novelas de los grandes escritores americanos".

Y mientras, la RAE sigue trabajando en uno de los proyectos en los que su director ha puesto mayor empeño, la adaptación a las nuevas tecnologías. En este sentido, Blecua aseguraba ayer que la confección de este diccionario no hubiese sido posible sin ese salto tecnológico. Un diccionario que puede ser consultado de forma gratuita en internet "bueno, la anterior edición, porque esta aún no está disponible pues se acabó en agosto y estamos en pruebas", matiza, y que entiende como una herramienta del lenguaje puesta al servicio de los usuarios. Eso sí, es consciente de que la venta de los diccionarios editados en papel supone unos buenos ingresos a la academia, "y si me lo pregunta, preferiría que lo compraran a que consulten gratis en internet, pero cómo le cobro a una persona que hace una búsqueda desde Australia a las cuatro de la mañana", cuestiona.