Antonio Resines tiene muy buenos amigos: Verónica Forqué, Fernando Trueba, José Luis Cuerda, Fernando Colomo, Carmen Maura o José Bonilla. Todos destacan que «nos ha hecho reír», su melenaza («era un galán») de joven, las veces que ha ido con muletas, que «no quería ser actor» o su bondad. Y así también lo vieron en un vídeo los asistentes a la sesión de La Buena Estrella, ayer, en el Paraninfo, donde Resines habló de sus memorias, tituladas Pa’ habernos matao (memorias de un calvo), junto a Ana Pérez-Lorente, colaboradora en la escritura y «mi novia»; y el periodista y amigo Carlos Boyero. «El que peor habla de mí mismo soy yo» porque «he llamado a mis amigos», dijo Resines, mientras que el crítico cinematográfico señaló: «No tiene muchos enemigos y si los tiene son mala gente, porque (Resines) ha sido buena persona toda la puta vida».

La idea del libro surgió de la editorial porque en esos momentos iba a rodar su película número 100, pero al final se ha convertido en una biografía, y también en la biografía del cine español de los últimos 40 años.

El título hace referencia, primero, «a que nos hacía gracia» pero también a que «he estado varias veces a punto de palmarla» y a que «con oportunidades, nos han salido bien las cosas».

Puede presumir de muchas cosas, pero también de sentido del humor. Preguntado por si le habían tenido que recordar muchas situaciones, respondió: «Todo». Tanto que hubo que hablar con los amigos para reconstruir el pasado y de ahí «han salido unas horas de grabación maravillosas», señaló Ana Pérez-Lorente.

NACIÓ EN OTRO LUGAR

Incluso él mismo se ha llevado alguna sorpresa, ya que, entre risas, contó que había descubierto que no nació en el hospital de El Carmen, que le habían contado hasta ese momento, «si no en casa de mi abuela».

A lo largo del libro cuenta que todos sus amigos de la facultad «queríamos dedicarnos a hacer cine, pero ninguno queríamos ser actor»; sin embargo, el tiempo fue «definiendo a cada uno».

Reconoce que no ha escrito «ninguna mentirijilla» aunque sí es verdad que «no cuento algunas cosas» y otras quizá «se han exagerado un poco». El tema de la Academia de Cine (fue presidente durante poco más de un año) «lo toco pero por encima», aunque sí que da alguna clave de su salida. O sea, que «no callo nada, si no que es que no lo recuerdo», señaló entre risas.

Pero también escribe de «momentos duros», como de la «bomba que reventó a mi suegro», puesta por ETA y «ahí sí que soy beligerante porque me afectó a mi vida personal y a la de otras personas» o del cáncer que superó hace un par de años. «pero no me voy a quejar, estoy agradecido porque hemos hecho lo que más nos gusta», cine, aunque no hubiera nunca pensado en ser actor. Quizá la producción, «aunque no me ha ido últimamente muy bien» y es que se embarcó en La Reina de España, de Fernando Trueba, pero el resultado fue un fracaso.