Peter Jackson ha pasado siete años de su vida embarcado en el inusual, personal y visionario proyecto de la trilogía del El señor de los anillos . Los espectadores de todo el mundo han premiado el esfuerzo con más de 2.000 millones de euros depositados en las taquillas. Las películas, sin embargo, han sido olvidadas en los principales galardones de la industria. Hasta ahora. El domingo, sin embargo, los Globos de Oro coronaron a Jackson como mejor director y a El señor de los anillos: el retorno del rey como mejor drama del 2003. Las candidaturas al Oscar se anuncian hoy, pero la adaptación del clásico de Tolkien ha iniciado ya la conquista del oro. Del otro oro.

Los 90 periodistas de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, organización que entrega los Globos de Oro, tomaron la senda que se cree recorrerán los académicos de Hollywood y completaron el pleno en la quiniela dando a El retorno del rey los otros dos galardones a los que aspiraba: mejor banda sonora y mejor canción. La declaración es obvia.

El contraste con la que fue la gran perdedora de la noche, Cold mountain , fue tremendo. De las ocho candidaturas con que llegaba la arriesgada apuesta de Miramax sólo se convirtió en premio el de actriz de reparto para Renée Zellweger. Pocos dudan, sin embargo, de que los nombres del director Anthony Minghella y los de los protagonistas Nicole Kidman y Jude Law tienen serias posibilidades de escucharse hoy entre los finalistas de los ansiados premios Oscar.

Probablemente el nombre del actor se oiga junto al de alguno de los dos intérpretes reconocidos el domingo por su trabajo en Mystic River : Tim Robbins, como secundario, y Sean Penn, como principal, aunque haría falta un cronómetro para comprobar cuál tiene más tiempo en pantalla. Penn no acudió al Beverly Hilton, pero Clint Eastwood hizo por él la mejor declaración. "Hay actores que tienen un papel espectacular que les coloca en el centro de atención. Hay otros que son tan buenos tan a menudo que su excelencia se da por hecha. Sean es un actor excepcional".

MONSTRUOSA THERON

Aparte de dejar helada a la mesa de Cold mountain , los Globos de Oro se salieron poco de lo esperado. Premiaron a Charlize Theron, que en Monster --una apuesta personal en la que ha invertido su dinero-- ha logrado física e interpretativamente convertir a la asesina en serie Aileen Wuornos en uno de los personajes femeninos más impresionantes de la cartelera.

La actriz Diane Keaton también subió al escenario que ya pisó hace casi tres décadas con Annie Hall por su papel en Something´s gotta give , la comedia que coprotagoniza con Jack Nicholson y en la que, recordó, "los dos actores principales suman 125 años", una rareza en Hollywood.

LA GRAN SORPRESA

La gran sorpresa en la noche de los hobbits fueron los premios que obtuvo Lost in translation , la segunda película de Sofia Coppola, hija del famoso director, que se alzó con los globos de oro a la mejor comedia, el mejor guión y el mejor actor de comedia (Bill Murray).

Aunque la verdad es que perdió la oportunidad de convertirse en la primera realizadora que consigue un Globo de Oro, sí se llevo su primer premio como escritora. La cineasta admitió que tenía en casa "a un gran profesor". Es lo menos que se puede decir de Francis Ford Coppola.