Volvió el gran Matt Elliott a La Lata de Bombillas, el domingo, a la hora en la que los saboreadores de placeres nocturnos se levantan, y los niños corretean por el parque: las seis de la tarde. No, no hemos adaptado nuestros horarios a los europeos y americanos; lo inusual de la hora respondía al hecho de que los espectadores de Matt pudiesen asistir más tarde a las actuaciones programadas en el Centro Cívico Delicias dentro del sugerente ciclo Bombo y Platillo: las de Zachary Cale y Will Stratton.

De ese jinete sobre tierra baldía llamado Matt Elliott poco hay que añadir que no hayamos dicho en sus anteriores visitas a la ciudad, pues sus conciertos rara vez decepcionan. En esta ocasión venía a presentar las canciones de Only Myocardial Infarction Can Break Your Heart, su disco más reciente. De él interpretó piezas como The Right To Cry, con la que abrió el concierto, y Again, pero también canciones más antiguas como Dust Flesh And Bones, The Kursk y I Will Haunt You In Your Sleep. Y no faltó un tema habitual en sus conciertos: la revisión de I Put A Spell On You, de Screamin' Jay Hawkins.

Trovador de pasiones y brillante reformulador del folclore, Matt Elliott atrapa con su propuesta de arrebatadores himnos que interpreta con el matiz preciso y que musica como un hombre orquesta cantando y tocando sobre lo que previamente acaba de grabar mientras actúa, creando un envolvente cosmos sonoro. Es difícil encontrar un artista como Matt, trágico e irónico a un tiempo. Solo un infarto de miocardio puede romperte el corazón, titula su último disco, afirmación que solo la ironía le separa de la desesperación.

Oye la voz del bardo / que ve el presente, el pasado y el futuro / cuyo oído escuchó la sagrada palabra / que caminó entre los antiguos árboles, escribió el poeta visionario William Blake en la introducción a Cantos de inocencia y experiencia. Parece un texto pensado para Elliott, bardo tan inocente como experimentado.

Tras su concierto, comprobamos en Delicias que Zachary Cale puede dar más de sí de lo que ofreció en un concierto bastante renqueante.