Neoyorquino de origen, residente en París y expatriado de la gran manzana y de las grandes discográficas mundiales, Elliott Murphy es, sin duda, uno de los más extraordinarios personajes dentro de la historia del rock. Considerado por muchos como uno de los más apasionados, cultos e inteligentes compositores del rock, sus admiradores en el negocio de la música son legión, incluyendo primeras figuras como Peter Buck de R.E.M., Lou Reed, Tom Petty, John Mellencamp y Elvis Costello. Hoy regresa a la capital aragonesa, donde es todo un clásico, pues ha actuado ya 15 veces, para ofrecer un concierto en la sala CAI Luzán (Paseo Independencia), en una cita organizada por el Servicio Cultural de Caja Inmaculada.

Elliott James Murphy (nacido el 16 de marzo de 1949 en Long Island, New York) es compositor y cantautor de rock, poeta urbano, novelista, productor y periodista. Hace años que Murphy no falta a su cita anual en Piedrafita de Jaca, pero hacía 5 años que no actuaba en la capital aragonesa. Su regreso coincide con la celebración del 40 aniversario de la edición de su primer disco, Aquashow, con el que irrumpió de forma contundente en la historia del rock en 1973, y hoy es considerado un clásico del género.

MÚSICO Y ESCRITOR

Desde entonces, con más de 30 discos a sus espaldas, no solo tiene ganado el beneplácito de la crítica, sino que su creatividad musical y su actividad concertística, con más de 100 actuaciones cada año, no cesa. Como tampoco lo hace su creatividad literaria: ha publicado seis libros y sus novelas y recopilaciones de cuentos (la última, Café Notes) se han traducido a distintos idimoas, como al francés, alemán, italiano y castellano.

En concierto acústico, acompañado por el guitarrista, Olivier Durand, Elliot Murphy ofrecerá esta noche en la sala Luzán una selección de sus mejores temas, además de centrarse en la presentación en la capital aragonesa de las canciones de su último trabajo, tiotulado It takes a worried man.

Las entradas para el concierto de esta noche costaban entre 12.50 y 16.50 euros, pero a media tarde de ayer ya se habían agotado. El viejo Elliot y su esencia roquera siguen teniendo tirón.