En los casi 30 años de carrera musical que lleva, Declan Patrick Aloysius McManus, verdadero nombre de Elvis Costello, ha demostrado que tiene una capacidad de creación que no conoce límites. En este tiempo el artista británico ha sacado una media de un disco al año, pero ahora supera su marca con dos nuevos trabajos que están a la venta desde hace una semana. The delivery man , con el que vuelve a los sonidos de los 80, y Il sogno , pura orquesta, en el que pone música a un ballet. "Nunca he puesto límites a mi ambición musical", dijo sobre su productividad.

Si North , editado en el 2003, fue un disco intimista y triste que reflejaba un estado de ánimo caracterizado por la pérdida de personas queridas, en The delivery man Costello vuelca unos sentimientos de temor. El álbum nace de la canción que le da título y trata de las reacciones de tres mujeres que ven su vida alterada por la llegada de un hombre. "Es un disco sobre sentimientos y todo lo que gira y surge alrededor de una relación de este tipo", explicó.

LETRAS DURAS

Para la grabación, realizada en estudios de Tennessee, Menfis y Oxford junto al grupo The Imposters, Costello ha contado con la colaboración de Lucinda Williams y Emmy Lou Harris, que dan vida a dos mujeres contrapuestas, Belinda y Geraldine, que son la base de la historia que recorre todas las piezas. Pese a la dureza de las letras, el compositor considera que hay que "disfrutarlas". El temor que expresan "no es miedo", afirma. "No hay que doblegarse ante los temores impuestos; es mejor tener esperanza que fe".

Entre bromas y veras, Costello se resiste a identificarse como un compositor de rock, "una palabra sucia" que él sólo puede tolerar si se acompaña de roll . Pero está claro que le gusta reivindicar sus orígenes, la música que escuchó por la radio desde pequeño y de la que reconoce su influencia. Ante los sonidos actuales no siente ninguna emoción ni impulso alguno para internarse en esa senda. Costello ironiza sobre que ya ha hecho un disco dance , en referencia a las composiciones escritas para el ballet que forman parte de su segundo disco a la venta.

En el 2000, el artista recibió el encargo de su primer trabajo para la música clásica por parte de la compañía de danza Aterballeto, de la región italiana de Reggio Emilia. Así nació Il sogno , que dará música a una adaptación de El sueño de una noche de verano . Esta incursión en lo más clásico mezcla ritmos de jazz, sonidos impresionistas y rusos.