Enrique Villén, uno de los actores que forman parte del elenco de Bendita Calamidad, definió ayer la comedia como "muy divertida", "ligera" y "para toda la familia", por lo que "puede ser un pelotazo". Bendita Calamidad es la adaptación de la novela homónima de Miguel Mena, una road movie de enredo "muy aragonesa" en la que dos hermanos en apuros económicos espoleados por un abogado "de medio pelo" (Villén) intentan el secuestro exprés de un empresario.

El actor explicó a Efe que hay "muy buen feeling" entre los actores y que lo están pasando "muy bien" en el rodaje. Sin embargo, también asegura que está resultando "muy duro", pues ha de hacerse bajo "un sol de justicia" y con altas temperaturas que son incluso superiores en la furgoneta donde ruedan, que parece "el camarote de los Hermanos Marx".

Destacó también el recibimiento de la gente, que es "muy abierta" y está apoyando activamente el proyecto, lo que tiene un significado especial para el intérprete madrileño, ya que asegura que se siente "maño por muchas razones". Sobre su director, Gaizka Urresti, reiteró que está siendo "un lujo" trabajar con él porque es "sangre nueva", a pesar de que se trata de un proyecto que se ha sacado adelante con un "gran esfuerzo" por parte de los productores y con "muy poco dinero". Y mandó un recado: "Los que se empeñan en que nosotros muramos, no vamos a dejar de contar historias", dijo.

Enrique Villén desveló que le une una relación profesional de mucho tiempo al director vasco afincado en Zaragoza y, por eso, añadió: "Ojalá hubiera muchos Gaizka Urresti".