"No me habría convertido en gobernador si no creyera en un plan divino que sustituye todos los planes humanos", manifestó George W. Bush en 1994 al ser elegido para tal cargo en Tejas. Tal reflexión del actual presidente de Estados Unidos es inseparable de la "revolución neoconservadora" que ha impulsado. El conocido periodista francés Eric Laurent describe en El mundo secreto de Bush (Ediciones B) los orígenes familiares del mandatario y analiza su ejercicio de poder.

En su análisis de la "revolución neoconservadora" de Bush destacan cinco aspectos. En primer lugar, que éste es un presidente antiintelectual -- "no soy alguien que actúe con los libros; actúo con mis tripas"-- aconsejado por halcones que en muchos casos deben su carrera profesional al padre del presidente, como Donald Rumsfeld y Dick Cheney. En segundo lugar, su equipo configura un mundo opaco de viejos conocidos entre sí, reclutado entre los think-tanks ultraconservadores de la llamada Coalición Cristiana --Bush se convirtió en "cristiano renacido" al abandonar el alcoholismo-- que sintonizan con el sionismo más intransigente.

En tercer lugar, los halcones de Bush mantienen fluidas relaciones con le mundo empresarial, especialmente con el complejo militar-industrial. En cuarto lugar, su política exterior desea una remodelación profunda --potencialmente muy desestabilizadora-- de las fronteras y regímenes de Oriente Próximo, tanto para proteger a Israel como por intereses económicos propios.

En definitiva, el equipo de Bush refleja la influencia del electorado religioso ultraconservador (entre el 15% y el 18% del total). Según Laurent, el llamado "Bible belt" (cinturón de la Biblia ) del sur ha tenido por primera vez en la historia "un papel decisivo en la dirección de los asuntos del país".

En síntesis, el mundo secreto de Bush constituye una mezcla de dogmatismo religioso y pragmatismo mercantil, de irrealismo político y ambición neoimperal. Todo ello configura un núcloeo de poder inquietante, en la medida que rige buena parte de los destinos mundiales.