«Para un escritor aragonés es casi una obligación contar las historias y leyendas que se concentran en lugares como San Pedro el Viejo». Así de sincero se mostró ayer el escritor turolense Javier Sierra en su visita al monasterio donde habló de su libro El fuego invisible con el que ganó el último premio Planeta. De hecho, relató que esa obra le ha dado la oportunidad de hablar de su tierra de una forma que no había hecho con otras novelas, y eso se alinea ahora, agregó, con la «voluntad política de recuperar la cultura fundacional de un territorio tan rico como este».

Respecto a su libro, explicó que con él recupera «la semilla, el ADN original del relato del Santo Grial», y lo vuelve a poner donde merece, en Aragón. Y es que fue en San Pedro el Viejo, dijo, «donde se ordenaron las piezas del relato para construir, en la Edad Media, una versión coherente y hacer creer que era esta una tierra sagrada que merecía la pena defender frente a los invasores musulmanes y reconquistarla».

El mito de que en San Pedro el Viejo estuvo el Santo Grial, añadió Sierra, inspiró luego a los trovadores de media Europa que tenían conexión con el Reino de Aragón y, de alguna manera, se lo quedaron.

CON LAMBÁN

En la visita al monasterio de San Pedro el Viejo, Javier Sierra estuvo acompañado por el presidente de Aragón, Javier Lambán y por las consejeras de Cultura del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez; de Economía e Industria, Marta Gastón y de Ciudadanía y Derechos Sociales, Mariví Broto, así como por el alcalde de Huesca, Luis Felipe y otras autoridades. Tanto ellos como otros muchos visitantes a la iglesia románica tuvieron la oportunidad de escuchar al propio escritor Javier Sierra explicar pasajes de su libro basadas en este recinto, así como las leyendas de la provincia sobre el santo grial.

En el panteón de San Pedro el Viejo reposan los restos de Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje, quienes para Lambán son «dos reyes fundamentales de la historia de Aragón, especialmente el primero, uno de los más importantes de la Reconquista y constructor por antonomasia del Reino de Aragón». Por eso, el presidente insistió en que si se habla del Reino de Aragón como «parte constitutiva» de este «gran país» que es España, resulta «insoslayable» contemplar el claustro de San Pedro el Viejo y visitar «con reverencia y emoción» el panteón real. Por eso, explicó que se está trabajando, tal y como anunció en Fitur, para poner en marcha este mismo año una ruta -«más que turística, cultural»- que aglutinará los tres panteones reales de la comunidad (San Juan de la Peña, San Pedro el Viejo y Santa María de Sijena), como una manera de «fundamentar históricamente el orgullo de ser aragonés en el siglo XXI».

En el caso de San Pedro el Viejo es «bastante obvio», señaló, que hay que acometer obras para liberar al edificio de adherencias indeseables, solucionar algunos problemas con la evacuación de lluvias o procurar un acceso directo desde la calle al claustro y al Panteón de los Reyes.