El escritor y crítico de arte Jaime Esaín se muestra rotundo: "Sin duda, la formación del Grupo Pórtico es el acontecimiento más importante de la pintura en Aragón en los últimos cien años". Así fue el Grupo Pórtico, una unión de artistas de primera fila que centraron sus conocimientos en pro de las artes plásticas, y más concretamente de la pintura abstracta, y que fueron pioneros en adoptar esta tendencia que en Europa ya manejaban con maestría Paul Klee, Joan Miró o Pablo Picasso. El grupo duró poco, sólo cuatro años (1947-1951), pero en la memoria queda su obra y su dedicación. Y ahora, también, y merecidamente, tienen un libro: Grupo Pórtico. 50 años , escrito por Esaín, y que ayer fue presentado en el Museo Pablo Gargallo.

UN POCO DE HISTORIA

Corría la década de los cuarenta del siglo pasado y el quiosco Pórtico, situado enfrente de la Oficina Principal de Correos del paseo de Independencia y regentado por José Alcrudo, era un centro neurálgico de hombres de cultura: el poeta José Manuel Gil, el periodista Dámaso Santos o los profesores Torralba y Lecua eran varios de esos ilustrados que se citaban allí para ver, a través de las páginas de las publicaciones europeas que en el quiosco se podían adquirir, qué corrientes artísticas predominaban en el viejo continente.

Allí, en aquel ambiente culto, fue donde surgió el grupo Pórtico, el primer grupo de artistas españoles centrados en la abstracción como cauce de expresión pictórica. Alcrudo, que vio cómo en aquel grupo había una iniciativa nueva, que rompía moldes, fue el impulsor de esta generación de artistas que, liderada por el arquitecto zaragozano Santiago Laguna, tomaron conciencia social y se constituyeron como grupo.

Aquel proyecto dejó una huella imborrable en el devenir artístico de las artes plásticas tanto aragonesas como nacionales, por ser el grupo Pórtico el pionero en unir, para exponer y estudiar, la pintura abstracta.

Tal y como explica Esaín, "la obra lleva preparada desde 1997, pero es que en su día no se le dio ninguna importancia. Ni un artículo, ni una conferencia, ni en la tele, ni en la radio. Nadie publicó nada, y eso que el grupo Pórtico tuvo una importancia capital. Fíjate, con decir que esta obra ha estado durmiendo en el cajón de una importante institución aragonesa durante estos siete años...". Pero, finalmente, la editorial Aqua editó el libro. A su presentación, además del autor, también estuvieron presentes el catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza, Federico Torralba; el editor, José Alcrudo; y la teniente de alcalde de Cultura, Rosa Borraz.

"El grupo Pórtico inició su andadura con una exposición en 1947 en el Centro Mercantil. Fueron cuatro años intensísimos, con muestras tan sobresalientes como la del 11 de octubre de 1949 en La Lonja, y que han trascendido al tiempo y las críticas. Pese a que su existencia fue importantísima, la crítica ha tratado siempre de desvirtuarlos porque decían que anteriormente ya había pintura abstracta. Pero estudios posteriores han demostrado que ellos fueron los primeros".

Hoy en día se pueden apreciar ciertos nexos entre lo que fue el Grupo Pórtico y la actual Escuela de Zaragoza. Algo para lo que Esaín tiene palabras de elogio: "Ellos fueron los que asentaron las bases de la pintura abstracta, con tres personas que conformaban su arteria principal: Laguna, Aguallo y Laguardia. Y más integrantes: Vera, Borobio, Anton González... A día de hoy, todavía queda uno de ellos, Juan José Vera, que continúa pintando y exponiendo. Y su calidad, no hace falta decirlo, sigue gozando de un nivel creacional indiscutible".