Fernando Aínsa era hispano-uruguayo. Y de los dos países y continentes bebió para formarse. Su vida fue un camino de ida y vuelta. Se fue para regresar a España. Desde 1999 residía entre Zaragoza y la localidad turolense de Oliete y sin duda, era un escritor aragonés más. De hecho era el vicepresidente de la Asociación Aragonesa de Escritores. Y también director de la revista Imán. Ayer, a los 81 años falleció, dejando pendiente un homenaje que estaba previsto, en principio para el miércoles, día 12. Aunque ya había sido aplazado por la salud de autor, que sin embargo estuvo firmando en los primeros días de la Feria del Libro de Zaragoza.

Fernando Aínsa había nacido en Palma de Mallorca el 24 de julio de 1937, pero pasó la infancia en Uruguay, donde se exiliaron sus padres. Trabajó en la Unesco (París) entre 1974 y 1999, donde fue Director Literario de Ediciones Unesco. Ese año, en 1999 se trasladó a Aragón para alternar su residencia entre la capital aragonesa y la localidad turolense de Oliete.

Aínsa fue autor de una amplia obra como ensayista, narrador, poeta y crítico literario. Su obra fue traducida al inglés, francés, italiano, portugués, árabe, polaco, rumano, ruso y macedonio. Era miembro correspondiente de la Academia Nacional de Letras del Uruguay y de la de Venezuela y miembro del Patronato Real de la Biblioteca Nacional de España. También recibió varios premios nacionales e internacionales en México, Argentina, España, Francia y Uruguay.

Su trayectoria abarca tanto el análisis de la literatura y el pensamiento latinoamericanos como la creación propiamente dicha. Para el profesor zaragozano Ángel Esteban, catedrático de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Granada Ángel Esteban, «Fernando Aínsa no es el típico académico, entre otras cosas, porque no es un académico en sentido estricto. Es decir, nunca ha estado ligado a través de un contrato permanente, con universidad alguna. Sin embargo, todo lo que gravita alrededor del mundo académico, ha sido el pasto de su propia historia intelectual».

En el año 2015, sus obras Pausa Poética y Desde el otro lado. Prosas concisas fueron elegidas para la lectura pública con la que el Ayuntamiento de Zaragoza inició los actos preliminares del Día Del Libro en la capital aragonesa.

Entre sus obras destacan ensayos como Del topos al logos. Propuestas de geopoética (2006) y Palabras nómadas. Nueva cartografía de la pertenencia (2012). En 2007 publicó su primer libro de poesía, Aprendizajes tardíos, seguido de Bodas de Oro (2011) Poder del buitre sobre sus lentas alas (2012), Clima húmedo (2012), Pausa poética (2015) y Capitulaciones del silencio y otras memorias (2015). Sus relatos brevísimos figuran en varias antologías como Ciempiés. Los microrrelatos de Quimera (Barcelona, Montesinos, 2007).