La fotografía puede cambiar realidades ayudando a reflexionar, a través de la imagen, sobre situaciones cotidianas en las que no repararíamos de otra forma. Ese es uno de los objetivos de BFoto, el festival de fotografía de Barbastro, que comienza el próximo 1 de junio en la capital del Somontano y que ayer se presentó en Zaragoza inaugurando una exposición adjunta al certamen sobre la obra del mejicano Diego Moreno. Este fotógrafo fue uno de los cuatro seleccionados en la categoría Emergentes del BFoto, y ahora su obra se mostrará hasta el próximo 30 de junio en la galería Spectrum Sotos.

«Cuando algún trabajo me gusta mucho intento que no se escape y lo traigo aquí. La obra de Diego me encantó porque refleja perfectamente la idiosincrasia mejicana. Lo que vemos en estas fotos no podría ser en otro lugar del mundo, solo en México es posible», dijo ayer Julio Álvarez, director Spectrum. Y lo que vemos en esas fotos es, en casi todos los casos, paradójicamente aterrador y cotidiano al mismo tiempo. En mi mente nunca hay silencio, que así se llama la exposición de Moreno, nacido en Chiapas, retrata varias escenas protagonizadas por personas vestidas con trajes horripilantes. Estos personajes son los llamados panzudos mercenarios, una tradición mejicana en la que aquellos que quieran conseguir la expiación de sus pecados han de vestir de esta manera mientras siguen con su vida cotidiana.

Sobrecogen especialmente las escenas en las que aparecen niños. En uno de los paneles, uno de estos panzudos aparece sentado en un sofá mientras ve la televisión y un pequeño juega a sus pies. «Lo que sorprende de este trabajo es que documente una realidad que existe. Este mundo que nos muestra está muy alejado de los cánones establecidos en occidente», relató Antonio Lachós, uno de los organizadores del BFoto.

La temática del festival este año versará sobre lo rural, con el objetivo, según Lachós, de «huir de los estereotipos que durante tanto tiempo han sido impuestos y aceptados de forma acrítica por todos».