El Centro de Estudios Senderianos sigue sumando objetos relacionados con el autor de Chalamera. En esta ocasión, la donación llega de la mano de su tercer hijo, Manuel, que acaba de visitar la capital oscense para concoer el Espacio Sender. Además, Manuel ha donado el lazo de Isabel la Católica otorgado por el rey Juan Carlos a su padre en 1980, un diploma de la ciudad de Los Ángeles concedido como reconocimiento a su actividad docente en el momento de su jubilación, diversos recortes de prensa con artículos publicados en periódicos hispanoamericanos y algunas fotografías de los años 30 y 40, tanto suyas como de su madre. Estos objetos personales de quien es uno de los principales referentes de la literatura en español, pasan a formar parte de la colección de libros, fotos, óleos, cartas o manuscritos con los que ya se cuenta en el Instituto de Estudios Altoaragoneses.

Durante esta primera visita al Centro de Estudios Senderianos, el hijo de Ramón J. Sender, que reside en Frnacia, se mostró sorprendido al ver la enorme tarea que se realiza en Huesca para conservar la memoria y el legado de su progenitor. Así lo manifestó Miguel Gracia, presidente de la Diputación Provincial de Huesca, quien recibió al hijo de uno de los principales representantes de la cultura oscense.

INTENSO TRABAJO

El autor de Imán o La tesis de Nancy tuvo dos hijos con Amparo Barayón, su primera mujer, Ramón y Andrea, y uno con su segunda esposa, Elisabete de Altube, Manuel (Pau, 1937), a quien le puso este nombre en homenaje a su hermano, el alcalde republicano de Huesca, Manuel Sender Garcés.

Durante su estancia en Huesca, Manuel ha conocido el Instituto de Estudios Altoaragoneses y el Espacio Sender de mano de su director, Fernando Alvira, y del coordinador , Luis Gómez Caldú, quienes pusieron de manifiesto que es también punto de referencia desde su puesta en marcha, hace quince años, para la publicación de trabajos sobre el autor, la recuperación de algunos de sus escritos menos conocidos, la aparición de ediciones críticas de varias de sus obras más señeras o la celebración de encuentros y congresos, el primero tuvo lugar en Huesca en el año 1995.

Además visitó los lugares más emblemáticos de la ciudad y recorrió las mismas calles por las que hace años paseó su padre.