-¿Está cansado de hablar de su condena por enaltecimiento del terrorismo por seis tuits?

-En absoluto. Denunciar una situación injusta es mi obligación.

-¿Le ha hecho replantearse el significado de la libertad expresión?

-En ningún momento. Lo que me interesa mucho es el debate que se está suscitando en torno a esto porque es completamente desproporcionado. Se está aprovechando una situación de debilidad económica de la gente, de precariedad laboral y de miedo para infundir más miedo a través de recortes de derechos y libertades que hasta ahora parecía que estaban garantizados por la propia Constitución.

-¿Sigue pensando que fue algo premeditado?

-¡Por supuesto! Mi detención se produce a cinco días de unas elecciones municipales que se plantean como poco proclives al partido del gobierno, se monta un escándalo fuera de lugar y se intenta criminalizar con una operación que se llama Araña pero de la que no existe ningún atestado policial, está lleno de oscuridades e irregularidades. Es una operación política.

-Parece mentira pero usted ya lo había predicho en Mundo chungo.

-Cuando me sacaron el carné de la guardia civil y me dijeron que estaba detenido por enaltecimiento del terrorismo, solté una carcajada que se le contagió al propio policía hasta que me dijo «es verdad». Me lo tomé como si estuviera sacado de Mundo chungo, que es una canción que escribí en el 2005 y que ha pasado tal cual. Nuestra canciones tienen un componente profético habitualmente pero es que tanta literalidad... Parece que se han inspirado en en ese texto para desencadenar esa operación que más que Araña es Operación Patraña porque es propagandística.

-¿No hay democracia en España?

-España nunca ha gozado de una democracia plena por la peculiaridad de este país pero todos albergábamos la esperanza de que con el tiempo y unas cañas acabáramos desembocando en ella. No obstante, sorprende ver que ha sido todo lo contrario que, de unos años a esta parte, se ha iniciado una auténtica una operación planificada de infundir miedo en la gente aprovechando ese estado de shock.

-En Zaragoza presentarán #trending_distopic en el que han volcado toda esta situación.

-No podíamos eludir hablar de esto pero no podíamos hacer un disco monográfico, lo que pasa es que es tan grave y afecta tanto a todo el mundo porque ha creado una alarma social evidente que hemos visto necesario poner el acento en ello. No obstante, hemos tratado de hacer un disco variado, divertido, no perder el sentido del humor, nuestra capacidad de desafiar al orden impuesto, de ser irreverentes, mordaces y sobre todo de ser divertidos y gamberros que es lo que hemos sido siempre.

-¿No se le han quitado las ganas de seguir con el humor?

-No. Lo que hemos intentado es darle la vuelta. A esta ola con la cual han pretendido anularnos, le hemos dado la vuelta, surfeamos sobre ella y aprovechamos todo esto como una gran promoción para un disco que ante todo es valiente, divertido y fresco.

-¿En qué medida ha afectado a este nuevo disco la renovación de sus miembros?

-Nadie piensa cuando hace un grupo que vaya a durar 28 años y menos nosotros que empezamos con un estilo nihilista y gamberro. Nadie está obligado a permanecer en un grupo tantísimo tiempo y si permanece tienes que atenerte a ese baremo que intentamos mantener siempre, esa calidad en todo lo que hacemos. No te puedes sentar en un grupo a envejecer con desidia. Esto requiere una preparación física y un compromiso y hay que dar siempre un show fresco, valiente y muy aeróbico. Y no todo el mundo ha querido tener ese compromiso por lo que ha tenido que haber cambios. A nivel creativo también acusamos un desgaste, cada vez que me enfrento a un disco, me asusto, «¿Qué cuento ahora?»

-¿Qué ha aportado la gente joven?

-La incorporación de gente como Samuel Barranco aporta esa visión de fan que ha crecido escuchando a Def con dos y es capaz de decirte qué es lo que falta ahora, que habría que hacer y nos ha abierto los ojos cómo compensar a nivel de estilos y propuestas musicales este disco. Aportan, además, ilusión que quizá algunos veteranos han perdido.

-¿Cómo va a ser la gira que empieza en Zaragoza?

-Somos un grupo de amplias minorías y tenemos que estar pendientes de generar un trabajo de carretera muy intenso y movernos donde podamos. Es un ejercicio de supervivencia porque somos proletarios de la carretera y planificamos poco al margen de seguir dándolo todo en cada concierto. Sí hemos dado un gran paso en directo con la nueva formación, la gente percibe esa renovación generacional, esas ganas de dejarse la piel, ese entusiasmo de gente que está tocando con el grupo que ha admirado siempre, aparte de lo bien que están funcionando las nuevas canciones incluso sin que la gente las conociera. Tocamos muchos temas nuevos en este set combinado con los viejos clásicos y eso genera una apisonadora imparable de pogo.

-¿Han sentido rechazo?

-Siempre hay unas fuerzas oscuras, sindicatos extraños, organizaciones en la tiniebla que en determinadas ciudades se manifiestan en contra. Cualquier persona que intente relacionar mi condena temporal, que será revocada, con el grupo se va enfrentar a una respuesta legal. es atentar contra nuestro legítimo derecho al trabajo y no lo vamos a permitir.