La escritora vasca Espido Freire fue ayer galardonada con el Premio Azorín de Novela 2017, convocado por la Diputación de Alicante y la editorial Planeta, por su novela Llamadme Alejandra, un relato basado en la vida de Alejandra Románova, la última zarina del Imperio Ruso. La autora había presentado su obra bajo el seudónimo de Dolores Fernández de Seoane y un presunto título para su libro de Mi nombre era Alix-La última zarina.

Durante su discurso, Freire explicó que su trabajo comenzó «con una obsesión» por la vida de Románova, «una mujer que lo tenía todo para ser feliz, pero no lo fue». Y añadió: «Era rica, noble y guapa» pero vivió «constantemente luchando contra la muerte y la enfermedad». Fue una mujer «odiada en su pueblo» porque «siempre la consideró extranjera».

Además, estuvo «atormentada por la melancolía y se empeñó en una lucha imposible, la de salvar a su hijo menor», todo ello con el duro peso de ser la nieta de la mujer más poderosa del mundo en aquella época: la reina Victoria. En definitiva, «intentaba aferrarse como podía al mundo, algo que, en cierta manera, es lo que hace ahora un escritor, se encierra en su mundo intentando sobrevivir», subrayó.

La autora calificó el premio como «muy especial porque está relacionado a un escritor que admira y una tierra con la que la atan «muchos vínculos emocionales», señaló en la rueda de prensa posterior a la gala. Allí explicó que el proceso de escritura de la novela sobre Alejandra Románova se inició hace 15 años, pero que su lazo con este personaje se remonta a su adolescencia, cuando descubrió la figura de los últimos zares rusos.

«No son personajes muertos»

«Me fascinó el destino trágico, el misterio», manifestó, al mismo tiempo que destacó que tras tantos años desde que ocurriera el derrocamiento de los zares, «no da la sensación de que sean personajes muertos del todo, su leyenda sigue hechizando».

Freire también resaltó la dificultad que ha supuesto para ella la escritura de una novela, narrada en primera persona, para lo que necesitaba «entrar en una psicología muy perturbadora» y lograr «convertir el personaje en alguien atractivo». Y es que «el libro habla de una mujer que puede resultar antipática, a mucha gente le resultaba fría o distante, en las fotos casi siempre aparecía con gesto de desagrado y la consideraban demasiado arrogante; pero no era así, sino que padecía una timidez casi patológica».

Además, la comparó con María Antonieta, en el sentido de que «no pudo estar a la altura» de lo que se esperaba de ella desde el momento en que decidió abandonar su Alemania natal para casarse con el que, a la postre, resultaría el último zar de Rusia, Nicolás II.

El anuncio de la ganadora y la entrega del galardón, que está dotado con 45.000 euros, coincidieron ayer con el día en que se cumplían 50 años de la muerte de José Martínez Ruiz, más conocido como Azorín (Monóvar, Alicante, 8 de junio de 1873-Madrid, 2 de marzo de 1967). A este galardón se presentaron un total de 117 novelas.

Por su parte, la directora de Planeta, Belén López Cerrada, explicó que el personaje creado por Freire, a pesar de ser «una autócrata y casi una fanática religiosa como era», consigue «arrebatarte el corazón», gracias también a una «escritura precisa, casi musical».