El cineasta murciano y miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Primitivo Pérez, y el altoaragonés José Luis Mur, fotógrafo y uno de los coleccionistas de cámaras fotográficas más importantes de Europa, participarán hoy en el homenaje en el Festival Internacional de Documental Etnográfico de Sobrarbe, Espiello a Juan Mariné, una leyenda viva del cine español que recogerá el premio honorífico la Siñal Mayestros tras la inauguración del certamen.

Primitivo Pérez dirigió Juan Mariné, la aventura de hacer cine, un documental que retrata la vida y la obra de Mariné y que constituye un testimonio de primera mano sobre la historia de más de medio siglo de cine español. Esta producción logró ocho candidaturas a los Goya y en ella, Pérez recoge el testimonio de personas relacionadas con el mundo del cine, como José Sacristán, Concha Velasco, Asunción Balaguer o Verónica Forqué, entre otros muchos.

REFERENTE DE LA IMAGEN / Por lo que respecta a José Luis Mur, natural de Labuerda (Huesca), cabe citar que está considerado como un referente de la imagen en nuestro país, cuyo trabajo ha contribuido en buena medida a la difusión de la fotografía. Fotógrafo, coleccionista y propietario de la tienda de fotografía más grande de Europa, José Luis Mur goza de una estrecha amistad con Juan Mariné que se remonta a bastantes décadas atrás.

De ahí que haya querido sumarse a este homenaje que desde su tierra y a través de Espiello se rinde a uno de sus grandes amigos. Primitivo Pérez y José Luis Mur acompañarán a Mariné en la charla coloquio que conducirá el periodista y director de Aragón Televisión, Pepe Quílez en el Palacio de Congresos de Boltaña.

Ya anoche para hacer un guiño a Juan Mariné, se proyectó La reina de España donde interpreta un pequeño pape. Fue en la Seminci de Valladolid en 2015, cuando Trueba propuso a Mariné la idea de que protagonizara una breve aparición, testigo que recogió amablemente este magnífico director de fotografía, que trabajó con los mejores directores de cine en 130 películas, muchas de ellas de las más taquilleras. A sus 96 años, Juan Mariné sorprenderá al público con infinidad de anécdotas de su carrera profesional. Resultaría imposible escribir la historia del cine español sin que el nombre de Mariné ocupara uno de los primerísimos lugares. «El cine ha sido y es mi vida», afirma.

Aragón y los aragoneses se hallan muy presentes en la vida de Juan Mariné. «Admiro su seriedad y fidelidad». Además de los lazos familiares que lo unen a la provincia de Huesca (Pertusa), donde disfruta todos los años de la Navidad y de parte del verano, Juan Mariné echa la vista atrás y recuerda «cómo uno de mis compañeros de guerra, un aragonés, me salvó la vida. En la actualidad mantengo contacto y amistad con su hijo».

Se confiesa «un enamorado de Aragón», tierra que le ha proporcionado buenos amigos, como los directores de cine Florián Rey y José María Forqué o el sobrarbense, José Luis Mur, al que Mariné incluye en su propia familia. «Nos une una amistad muy sincera».

El hombre de los milagros de cine, como algunos de sus compañeros lo han definido, ha sido y es capaz de rescatar aquellos materiales que se daban por perdidos y de resolver con su creatividad cualquier problema que se presentara en el trabajo y salvarlo con trucajes. «No hay nada imposible». Su capacidad y talento así lo evidencian.

El próximo sábado, 1 de abril será el director Fernando Trueba el que recibirá la Siñal d’Onor de Espiello, máximo galardón que se entrega fuera de la competición.