En las pistas, en numerosas ocasiones las pruebas deportivas se convierten en arte. A partir de hoy, estas disciplinas artísticas vuelven a unirse en Harmonía. Deporte y Arte Contemporáneo , una exposición que puede verse hasta el 30 de julio en el Museo Camón Aznar.

La muestra, organizada por el Ayuntamiento de Zaragoza y el Consejo Superior de Deportes (CSD) con motivo de la celebración en Zaragoza del XXI Campeonato de Europa Júnior de Baloncesto, recoge 27 obras de artistas contemporáneos --tanto de pintura como de escultura-- de primer orden. Entre los primeros destacan Picasso, Eduardo Arroyo, Sigfrido Martín Begué, Eduardo Urculo, Darío Villalba, Guinovart, Rafael Bartolozzi, Luis Gordillo y los aragoneses Mariano Rubio o José Manuel Ballester. En cuanto a los segundos, las obras pertenecen a Brossa, Alvargonzález, Ramón Muriedas, Feliciano Hernández Sánchez, Venancio Blanco Martín o el zaragozano Fernando Sinaga.

"Harmonía quiere fomentar el acercamiento de los artistas a los eventos deportivos", explicó Carmen Simón Adiego, secretaria general del Consejo Superior de Deportes, quien presentó la exposición junto a José Luis Lasala, de Ibercaja; y Luis Pastor, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza. Este aseguró que el título de la exposición "transmite el eco de lo importante que era para los griegos el deporte, ya que a través de la belleza podemos reconocer el esfuerzo físico".

La exposición consta de 27 piezas de las más de 500 que posee el Consejo Superior, de diferentes disciplinas artísticas, desde la pintura al dibujo pasando por la fotografía. La variedad también está presente en cuanto a los deportes: Picasso apuesta por el Foot-ball ; Arroyo, por el boxeo en La forza del destino de Willie Pep, al igual que Guinovart, con La esquerra de Miró ; José Manuel Ballester, por el baloncesto en Recreo ; Jordi Aluma, por Natación, vela y remo ; Juan Gomila, por 400 vallas ; Pol Mara, por el ciclismo en With a splash of light for a cycliste ; José Alfonso Cuní, por el esquí; y Mariano Rubio, por el salto de altura; Joan Brosa por la similitud entre un balón de fútbol antiguo y el globo terráqueo; M. A. Calleja esculpe la figura de un arquero; y Feliciano Hernández, por un homenaje a Jesse Owens, entre otros.

El origen de esta Harmonía surgió en 1965 cuando Barcelona acoge la exposición El deporte y las Bellas Artes . Dos años después se celebró la Bienal de Deporte en las Bellas Artes. En el año 2001 cambió su nombre por el de Bienal Internacional del Deporte en el Arte (BIDA), y dejó de ser un concurso. A partir de entonces se "invita a un grupo reducidos de artistas multidisciplinares para que creen sus obras", muchas de las cuales entran a formar parte del patrimonio del CSD gracias al 1% cultural.