A estas alturas de su carrera, interpretar solo un papel cada vez ya no parece ser suficiente para ella. Por eso encarna a dos hermanas gemelas -una es noble, la otra malvada- en la nueva película como director de George Clooney, Suburbicon, una oscura sátira sobre el deseo, la codicia, el asesinato y el racismo ambientada en los años 50 que nos muestra lo que sucede cuando el sueño americano se convierte en pesadilla.

-¿Cómo le convenció George Clooney para que se uniera al reparto de Suburbicon?

-Simplemente me llamó y mencionó que me quería para interpretar a dos hermanas gemelas, y de inmediato comprendí que eso sería muy divertido. Por supuesto, acabé trabajando el doble por el mismo salario. ¡Debería haberle exigido más dinero!... No, en serio, este tipo de oportunidades no son muy comunes para una actriz. Y, por supuesto, es una película muy especial. Al principio hace creer a la audiencia que contará un relato nostálgico sobre una familia llena de amor y, de repente, se convierte una historia muy política.

-¿Cómo describiría el contenido político de la película?

-Bueno, se basa en la historia real de una familia afroamericana en una comunidad pequeña y cerrada, que fue hostigada y marginada por sus vecinos blancos. Sucedió en los años 50, pero uno solo necesita echar un ojo a los telediarios para comprender que esas cosas siguen pasando. Han pasado solo unos meses desde los sucesos de Charlottesville (tres personas murieron durante una manifestación de supremacistas blancos). La victoria de Donald Trump impulsó el surgimiento de una nueva ola de nazismo en Estados Unidos. La historia sigue repitiéndose.

-¿Imaginó que la presidencia de Trump sería así?

-Es peor de lo que pensé. Ya no puedo reconocer mi propio país. Crecí en la era de las luchas por los derechos civiles. Pensamos que arreglaríamos las cosas, pero obviamente no lo hicimos. EEUU es un lugar tan lleno de ira que asusta. Y por eso que creo que es lógico que desde la comunidad cinematográfica levantemos la voz y hagamos películas como Suburbicon, que planteen preguntas complejas y nos hagan examinar nuestra propia conciencia.

-Pero, entonces, ¿por qué contar una historia ambientada en los años 50?

-Porque la época descrita en Suburbicon es probablemente la que Trump y sus seguidores tienen en mente cuando hablan de hacer América grande otra vez. Quieren regresar a la llamada América de Norman Rockwell, que era un concepto construido por los blancos en el que los negros estaban totalmente excluidos. Pero eso se basa en una falacia. Lo que hace que mi país sea grande es estar poblado por personas que vienen de todas partes del mundo y su capacidad para brindarles un futuro. Los ideales de Trump no son solo ofensivos sino estúpidos.

-Usted tiene raíces europeas, ¿no?

-Sí, mi madre es escocesa. Era solo una niña de 10 años cuando se mudó a Estados Unidos con su familia. Y a los 27 años se convirtió en ciudadana estadounidense. Su identidad siempre ha sido muy escocesa, y eso es algo que tanto mis hermanos como yo heredamos. Así pues, soy una prueba viviente de que ser inmigrante forma parte de la identidad estadounidense.

-La industria está atravesando una crisis interna a causa de asuntos como los escándalos de acoso sexual y la brecha salarial. ¿Cuál es su actitud frente a los problemas de desigualdad en Hollywood?

-Soy muy sensible, obviamente. En todo caso, la discusión pública sobre el problema de la desigualdad de salarios se centra en Hollywood a pesar de que es un problema global que afecta a todas las industrias y todos los estratos sociales. Desafortunadamente, en mi país hace poco fue desestimada una ley que habría ayudado a poner en evidencia las diferencias de sueldo entre hombres y mujeres y, por lo tanto, a evitar tales injusticias. No puedo creer que Ivanka Trump se opusiera de forma tan explícita a esa ley.

-Ha dicho que hacen falta más películas comprometidas pero, ¿de verdad cree que es tarea del cine hacer política?

-En última instancia, las películas funcionan como reflejo de lo sucede en el mundo. Cada uno es libre de considerarse o no un ciudadano responsable. Personalmente, yo quiero usar la plataforma que mi trabajo me brinda para respaldar causas sociales que me parecen relevantes.

-Si George Clooney acabara postulándose para la presidencia de EEUU, como mucha gente pide, ¿votaría por él?

-Dejemos de tomarnos la política a broma. Lo que quiero es un presidente con experiencia en tareas gubernamentales, no que una celebridad o alguien del mundo del espectáculo tome decisiones cruciales en mi nombre. Ya va siendo hora de que nos tomemos en serio nuestra responsabilidad como ciudadanos.