Lucía Etxebarría, con una novela de tintes íntimos, y Ferran Torrent, con una narración ambientada en la década de los 70, se proclamaron ayer ganadora y finalista de la 53 edición del Premio Planeta. El fallo del jurado se hizo público al término de una cena celebrada en el Palacio de Congresos de Cataluña. La ganadora percibirá 601.000 euros y Torrent, 150.250, las mayores dotaciones de un premio literario que se conceden en España.

Etxebarría (Bermeo, Vizcaya, 1966), aunque criada en Valencia y residente en Madrid, se presentó al Premio Planeta con el seudónimo Izar Benayas. La novela ganadora tiene como título provisional Un milagro en equilibrio y su contenido rompe con la narrativa anterior de la autora y guarda una relación muy directa con su vida personal. Etxebarría, madre de una niña de poco más de un año, ha escrito en esta ocasión una obra en la que una joven que acaba de dar a luz escribe a su hija recién nacida una carta en forma de diario para que, al hacerse mayor, la niña pueda conocerla mejor.

UNA PARTIDA DE NAIPES

La novela finalista del Planeta tiene la particularidad de que será la primera que Torrent (Sedaví, Valencia, 1951) publique inicialmente en castellano. El autor escogió como seudónimo para optar al premio un nombre infantil, inocente, Peter Pan, que en nada concuerda con el crítico contenido de sus anteriores obras, siempre polémicas en la Comunidad Valenciana. La obra tiene como título Fuga sin fin y se sitúa en la España de los años 70. La novela relata la vida de un joven que rompe con su familia y se mete en el mundo del juego, hasta perder en una sola partida de naipes toda su fortuna.

Lucía Etxebarría, hija de padre vasco y madre belga, ha tenido, hasta ahora, un paso polémico por las letras españolas. Fue acusada de plagio, denunció a su vez a una revista por publicar desnudos suyos sin autorización previa y ha sido motivo de duras críticas, incluso por la elección de su ropero, y como ejemplo hay que recordar los comentarios que suscitó el vestido rojo de generoso escote e lució en la entrega del Premio Nadal de 1998, que ganó con la novela Beatriz y los cuerpos celestes .

Las últimas novelas de Etxebarría han sido De todo lo visible y lo invisible , En brazos de la mujer fetiche (2002) y Una historia de amor como otra cualquiera (2003). Ha escrito también poemarios, Estación de infierno y Actos de amor y placer

Torrent, Premio Sant Jordi de 1994 con Gr cies per la propina , trabajó como representante comercial, entre otras ocupaciones, antes de dedicarse a la literatura. Sus dos últimas obras --Societat limitada (2002) y Esp¨cies protegides (2004)--, las más vendidas de su bibliografía, han supuesto una dura crítica a la sociedad valenciana, con denuncias directas al sector inmobiliario, al mundo del fútbol y a los políticos.

481 ASPIRANTES

El autor valenciano publicó la primera narración en 1983, pero el reconocimiento del público le llegó cuatro años después con una novela negra ambientada en Valencia, como no podía ser de otra manera.

A la edición del Premio Planeta de este año se presentaron 481 manuscritos, la mayoría procedentes de España y América Latina, número inferior al del año pasado, cuando se superaron el medio millar de originales. El contenido de los aspirantes al galardón ha evidenciado un descenso en el interés de los autores por temas relacionados por la guerra civil española, el mantenimiento de la novela histórica como género más frecuentado por los finalistas y la aparición de temas de actualidad, como la violencia doméstica.

El escritor Juan Marsé --ganador del Planeta en 1978 con La muchacha de las bragas de oro -- se incorporó este año al jurado del premio en sustitución del fallecido Manuel Vázquez Montalbán. El jurado lo completaron Alberto Blecua, Pere Gimferrer, Juan Marsé, Carmen Posadas, Antonio Prieto, Carlos Pujol, Rosa Regás y Manuel Lombardero.

A la entrega asistieron, entre otros, la ministra de Cultura, Carmen Calvo; el ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla; el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall; y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, entre otros representantes de la política y la Cultura.