Contaba un amigo, traductor y políglota, recién incorporado a la plantilla de la Unión Europea tras el ingreso de España en los años 80, la de horas y días que se pasaron buscando una precisa traducción al español para la palabra cookies. Eran tiempos en que todavía el inglés no tenía la prepotencia actual y se buscaba --eran textos legales y normativos-- la mejor traslación a todos los idiomas europeos.

El sucedido ilustra la importancia, todavía no visibilizada, que las leyes europeas, de mayor rango que las nuestras, ejercen sobre nuestra alimentación.

De Bruselas y Estrasburgo depende que crezca el número de transgénicos permitidos con los que se alimentan los animales españoles; que las zanahorias a la venta puedan ser o no irregulares; si se adiciona o no azúcar, chaptalización, a los vinos del centro de Europa; incluso las definiciones de los productos, como aceite de oliva -ese que no es- o yogur, aunque aquí pueda estar pasteurizado. Sin olvidar que el futuro de la mayoría de los agricultores depende de las negociaciones de la PAC.

Sin embargo apenas nada de lo anterior ha aparecido, ni aparecerá --lamentablemente-- en los próximos días de campaña electoral. Una vez más, los etéreos mensajes que nos llegan de los candidatos aparecen en clave nacional, como si del Parlamento europeo dependiera, por ejemplo, el uso de las tablas de madera en la cocina, la medida de los veladores de las terrazas o la tipificación del jamón ibérico. Asuntos domésticos, que se dilucidarán, o no, en otras convocatorias.

En Europa se sustancian las grandes líneas de las normativas, agroalimentarias, hosteleras, etc., sobre las que cuelgan las nacionales. Y de ellas, nos guste o no, depende nuestro futuro. Es cierto que suelen pecar de exceso de normativa, pero no lo es menos, que gracias a ello se van eliminando rémoras legislativas nacionales, imponiendo cierta racionalización en nuestra también hinchado boletín oficial.

Y sí, aunque parezca mentira, nuestra forma de comer también dependerá de lo que suceda el próximo 25 de mayo. Usted mismo.