Eurovisión calienta motores en Estambul y lo hace con importantes novedades. El creciente interés de las televisiones europeas por el festival ha obligado a la organización a dividir este año el concurso en dos actos: El concurso propiamente dicho, que tendrá lugar el sábado, y una gala previa, que tendrá lugar mañana y en la que 22 países competirán por lograr un puesto en la final.

Esperando contrincantes para el certamen ya hay 14 países: los 10 mejores clasificados del año pasado en el festival celebrado en Riga (Letonia) más los países que componen el llamado Big Four (España --estará representada por el cantante canario Ramón, que actuará en primer lugar con Para llenarme de ti --, Francia, Reino Unido y Alemania), cuyas televisiones tienen el privilegio de pasar directamente a la final por ser las que más contribuyen económicamente en la red Eurovisión.

Quedan otras 10 plazas para la final, por las que lucharán otros 22 países en la semifinal de mañana. Son los 12 países que menos votos obtuvieron en el 2003, otros seis que no participaron ese año y cuatro que lo harán por primera vez en la historia: Andorra, cuya cantante, Marta Roure hará sonar por primera vez el catalán en el festival, Albania, Bielorrusia y Serbia y Montenegro.

El de este año será, de este modo, el festival con más países participantes de la historia. Eurovisión aprobó la fórmula de los dos días teniendo en cuenta un par de criterios básicos: no dejar a nadie fuera y hacer viable un espectáculo televisivo que, de haberse concentrado las 36 actuaciones en una sola gala, habría resultado excesivamente largo.

Otra de las novedades consiste en que Eurovisión va a controlar de forma directa los votos emitidos por los telespectadores. Tras las canciones, los televidentes dispondrán de 10 minutos para votar. En la semifinal, no sólo votarán los 22 participantes de esa noche sino también los 11 países ya finalistas que van a emitir en directo la cita del miércoles (no lo harán Francia, Rusia y Polonia). Así pues, los españoles podrán votar por su semifinalista favorito. Pasados los 10 minutos, las líneas telefónicas se cerrarán y los datos se transferirán directamente a la central de Eurovisión.

El resultado final de las votaciones del miércoles no se va a hacer público de la manera acostumbrada: los espectadores sólo conocerán los votos de los clasificados entre las posiciones 11 y 22. En cuanto a los 10 primeros, los que pasarán a la final, no se facilitará el orden de puntuación para permitir que el sábado todos los participantes partan en igualdad de condiciones.

Asimismo, en la final del sábado no sólo votarán los televidentes de los 24 países finalistas, sino también los de los 12 que mañana queden eliminados. Los votos se emitirán por estricto orden alfabético del nombre de los países, por lo que Albania será quien abrirá el fuego.