El florecimiento de la Huesca romana durante la época del emperador Augusto y los vestigios de este pasado imperial en la ciudad moderna son las claves de una exposición que se ha inaugurado hoy en la capital altoaragonesa para desvelar como era la vida de sus habitantes hace dos mil años.

La muestra, titulada "Urbs Victrix Osca. La huella de Augusto", ha sido inaugurada por la consejera de Educación y Cultura del Gobierno aragonés, Dolores Serrat, y la alcaldesa de Huesca, Ana Alós, en el marco de los distintos actos conmemorativos en Aragón del bimilenario de la muerte del emperador Augusto.

Fruto del trabajo conjunto de un equipo de arqueólogos, la exposición pretende dar a conocer a los visitantes como era la vida cotidiana de los oscenses en el siglo I de la era cristiana y analizar cuestiones como los espectáculos, los ritos funerarios, la religión, la organización política de la ciudad o las vías de comunicación.

El principal punto de apoyo es una gran ortofotografía ubicada en el suelo de la sala del Museo de Huesca donde se exhibe la muestra sobre la que se han dibujado los principales restos arqueológicos hallados de la urbs romana.

Además, por primera vez se expone al pública una lápida de piedra del siglo I hallada en el casco antiguo de la ciudad, con una inscripción en latín en la que se lee una dedicatoria de dos magistrados de la ciudad al emperador Augusto.

También se muestran dos monedas de plata, una de ellas, datada en los años 39 y 37 antes de Cristo, en la que por primera vez aparece acuñado el nombre latino de Osca, el nombre dado por los romanos a la ciudad.

La responsable de Educación y Cultura del Ejecutivo aragonés ha declarado a los medios de comunicación que la muestra no sólo exhibe piezas "importantes" de lo que fue el imperio romano en su máximo esplendor, sino que permite conocer como vivían entonces los ciudadanos oscenses.

Según ha explicado, la exposición "nos da la oportunidad de conocernos mejor y, por tanto, de sentirnos más orgullosos de lo que somos".

La alcaldesa de Huesca ha destacado a su vez que la muestra constituye un punto de partida "imprescindible" para dar a conocer "esa ciudad romana de donde procedemos".

Por su parte, el comisario de la exposición, José Fabre, ha señalado que la muestra permite a los responsables del Museo de Huesca "saldar una deuda" con los oscenses, proporcionar toda la información depositada en la institución sobre el pasado romano de la ciudad.

Una muestra, ha añadido, fruto del trabajo de unos arqueólogos en el subsuelo de Huesca para leer en el "libro sepultado" de la historia romana de la ciudad.

El comisario ha resaltado que la muestra analiza con "rigor" como era la Osca romana antes de Augusto y los cambios que experimentó a lo largo de la vida de este emperador.