Ya ha entrado en el club de los 100 millones de dólares (más de 82 millones de euros, 13.750 millones de pesetas). Fahrenheit 9/11 es el primer documental que supera esta redonda cifra, marcando un nuevo récord en las taquillas estadounidenses. Este pasado fin de semana, la película de Michael Moore recaudó cinco millones de dólares, llegando a los 103,35 millones desde su estreno, el 25 de junio. Con una media de 6,25 dólares por entrada de cine, se calcula que unos 16 millones de norteamericanos ya han visto el filme contra el presidente George W. Bush.

"Antes ni siquiera podíamos convencer a los distribuidores de que había audiencia para los documentales. Ahora el desafío es seguir ofreciendo buenos trabajos", declaró Moore el domingo tras conocer la noticia. "Está de moda hablar de política, es la primera vez que ocurre algo así en décadas y espero que el filme convenza a miles de votantes. Creo que tendrá un tremendo impacto porque la gente verá cosas que no le han enseñado hasta ahora", contó el hombre que ha convertido los documentales en éxitos de taquilla y que también firma el segundo más visto en la historia de EEUU, Bowling for Columbine .

Sin embargo, mientras éste último consiguió 21,6 millones de dólares a lo largo de 9 meses, Fahrenheit 9/11 superó esa cantidad a los tres días de su debut. El cineasta, que en su empeño por el cambio en la Casa Blanca realizó ayer una visita a la Convención del Partido Demócrata en Boston junto a otros famosos invitados como Glenn Close o Ben Affleck, espera mantener la película en cartelera hasta finales de año y lanzar el DVD antes de las elecciones, del 2 de noviembre.

Moore continuará su particular campaña en Tejas, donde mañana asistirá al estreno de su película en territorio enemigo, a sólo 12 kilómetros del rancho de Bush, en Crawford, donde el presidente descansa esta semana. El cineasta quiere que los 705 habitantes de este diminuto pueblo lleno de barras y estrellas vean su sátira anti-Bush. Y es que se proyectará frente a un centenar de personas en la Crawford Peace House, la casa de un activista contra la guerra de Irak.