Natividad Macho Álvarez, en arte Nati Mistral, un apellido que tomó prestado a la poeta chilena Gabriela Mistral, ha fallecido este domingo en Madrid a los 88 años, después de haber sufrido un infarto cerebral hace unos meses. La artista admiraba profundamente a Marlene Dietrich y y al igual que ella simultaneó la interpretación en el teatro y el cine como la música. Sobre el escenario, con su dicción clara y potente, tenía una enorme fuerza y como cantante. Mostrando los dientes como seña característica, no desperdiciaba jamás la exhibición de su vehemente vena dramática.

Hace cinco años confesó a Amilibia que deseaba que su epitafio fuera "Adiós pelotudos", con el que hacía patente por un lado el gran cabreo que sentía frente al mundo y, sobre todo, ante todo tipo de ismos (comunismo y socialismo eran sus bestías pardas) y por otro lado lo muy unida que se sentía a Latinoamérica donde jamás dejó de hacer giras mientras en España era un figura del pasado. Ella no lo escondía, se declaraba "derechona" con orgullo y aunque en los últimos años ya no aireaba en público su querencia por Franco sí declaraba su admiración por José Antonio Primo de Rivera. Famosos fueron los insultos a Pablo Iglesias, al que definió como "el chico de las fotocopias".

NOVIA DE TONI LEBLANC

Nacida en el seno de una humilde familia madrileña en 1928, empezó a trabajar en el teatro de niña y con 15 años ganó un premio en Radio Madrid, cantando un fado. Más tarde ingresó en la compañía de Lola Flores y Manolo Caracol y en 1947 se incorporó en los vieneses. Después de que Toni Leblanc la abandonara casi frente al altar, Mistral se fue a vivir cinco años en Alemania. Finalmente, acabó casándose con el industrial catalán Joaquín Vila Puig, que falleció en el 2014 y con quien no tuvo hijos.

A finales de los 50, y enrolada en la compañía de Luis Escobar, gran productor del teatro musical, se convirtió en una de las grandes estrellas de un género todavía no muy habitual en España con títulos como 'El hombre de la Mancha' o 'La Perrichola', además de 'La corte de Faraón'. En 1962 y a las órdenes de José Tamayo fue una memorable Mari Gaila, la protagonista de 'Divinas Palabras', junto a Manuel Dicenta en lo que fue el primer montaje de Valle-Inclán durante el franquismo. Veinticinco años más tarde, volvió a recuperar el mismo personaje también bajo la dirección de Tamayo. Entre sus intervenciones teatrales destacan los personajes fuertes de ‘La malquerida’ o ‘La Celestina’ -en el papel titular- así como, en los últimos años, distintos recitales de poesía, tanto de Cervantes como de García Lorca. De hecho, fue la actriz española que más veces ha interpretado las obras de este.

Como cantante simultaneó los cuplés con los tangos, la copla, los boleros o los valsecitos peruanos. En el cine no fue tan prolífica, durante los años 40 tuvo papeles protagonistas en películas como 'María Fernanda, la jerezana' o 'Currito de la Cruz', pero su filmografía se cifra en una decena de películas.