Javier Delgado Echeverría fue bibliotecario, escritor, activista, político, intelectual, naturalista, investigador, impulsor de grupos teatrales, revistas, de la Asociación Aragonesa de Escritores, de la Asamblea de la Cultura, etc, pero su amigo, el actor y dramaturgo Mariano Anós, lo define «a medias entre escritor y activista», un intelectual del que destaca su «sentido del humor». Delgado ha fallecido este sábado en Zaragoza y el domingo tendrá lugar su funeral laico en el cementerio de Torrero (12.15).

Nació el 11 de octubre de 1953 en la capital aragonesa. Comprometido desde muy joven con la organización de la vida cultural en Aragón, participó en actividades teatrales (Teatro Estable de Zaragoza y Teatro de la Ribera, junto a los hermanos Mariano y Javier Anós y Pilar Laveaga), periodísticas, (Andalán, con Eloy Fernández Clemente), editoriales, políticas (fue militante del Partido Comunista aragonés desde 1970 a 1995) y literarias (fue uno de los fundadores de las revistas A viva voz y Poesía en el campus).

EL DEBUT LITERARIO / Su primera publicación fue Zaragoza marina (1982), cuya reedición, que ilustró Jorge Gay les valió años después el premio Cálamo Extraordinario. Se trata de un libro sobre el amor y también sobre el dolor, en el que el poeta intentaba que el mar volviera a Zaragoza. Otro poemario que lleva su firma es El preso del humo (libro de horas profanas) (1988), así como Amoramorte (2009), que tiene en algunos momentos una vocación de mirar hacia atrás, de recapitulación; y en otros, de ajuste de cuentas personal ante el amor, la muerte o la enfermedad.

En cuanto a narrativa, destacan títulos como Érase una niña (1983), Ética de la resistencia (1987), María (1992), Memoria vencida (1992), Cada vez infancia (1996), Jardines infinitos (2000) y dos partes de Regalo a los amigos.

Fue un gran defensor de la naturaleza y un apasionado del parque. En el año 2000, el Parque Grande fue el escenario de Jardines infinitos, donde reflejaba su fascinación por los jardines, de la flora; un lugar que defendió años más tarde para que el rastro no se trasladara junto a él durante la reforma de La Romareda.

Delgado escribió la biografía Uno de los nuestros. Memorias de un joven comunista 1969-1979 (2002), la historia de una iniciación, que recogía los recuerdos de un joven que quiso ser uno más entre quienes luchaban por transformar el mundo en un país sometido a una larga dictadura. Delgado rescató la mirada a aquellos años evitando juzgar qué es lo que pasaba. Por las páginas de este libro desfilaban personalidades de la política y la cultura de la Zaragoza de la época.

ESTUDIOSO DEL ARTE / El arte fue otra de sus pasiones, al que dedicó varias publicaciones, como Job en Veruela (1996), Retablo mayor (1999), Coro gótico de la Seo de Zaragoza (2000), Portada del Perdón de la Colegiata de Daroca (2003), Mercado central de Zaragoza (2003), Fachadas de Félix Navarro (2003) o Centro Mercantil de Zaragoza (2004). Además fue autor de diversos estudios sobre la presencia de la Naturaleza (especialmente flora) en la literatura y el arte, como Pequeña guía del parque grande (1997), Un parque para el mismo siglo XXI (2004) o Ciudadanos árboles. Guía de los árboles de Zaragoza (2007).

Junto a José Antonio Labordeta escribió Recuerdo de Miguel Labordeta, que incluía conversaciones entre ambos; con Vicente Cazcarra, Aragón, El regionalismo de los comunistas; con Manuel Gil, Recuerdo rojo sobre fondo azul: luchas obreras en Zaragoza, 1940-1975 (1995) y con Bernardo Lario, El huerto de piedra: flora esculpida en el claustro gótico del monasterio de Veruela. H