Adiós a una leyenda de la historieta. El barcelonés Josep Maria Blanco Ibarz (1926), histórico dibujante de La familia Ulises, creador de series como Los Kakikus y último autor vivo del legendario TBO, falleció ayer a los 92 años.

Blanco, que en el 2016 recibió el Gran Premio en reconocimiento a toda una carrera del Salón del Cómic de Barcelona, donde al año siguiente se le dedicó una exposición, era el único superviviente de las antiguas generaciones del TBO, con nombres como Opisso, Tínez, Urda, Donaz, Muntañola o sus amigos Ayné, Sabatés y Coll.

Hace poco más de un año Blanco demostraba ser memoria viva de aquella época dorada de la historieta en una última entrevista celebrando el centenario del TBO y presentando la reedición de Barcelona, de Blanco (Ediciones B), una colección de 41 impagables láminas de emblemáticos escenarios de la ciudad con decenas de «pequeños actores» en escenas cotidianas, en sus propias palabras, en múltiples gags. «Estaba cansado de hacer 32 pequeñas viñetas para llegar a una conclusión y me dije ‘voy a hacer un dibujo bien grande y meteré todas las historietas dentro’. No pensaba en publicarlo, lo hice porque me apetecía», comentaba entonces.

Blanco ha seguido siempre vinculado al mundo del tebeo, reuniéndose en tradicionales comidas con otros grandes como Francisco Ibáñez. Y, si bien de joven colgó el balón, nunca abandonó los lápices ni el ingenio, imaginando incluso posibles gags durante las entrevistas.