María Dolores Gómez de Ávila (Barcelona, 1920), una de las grandes maestras de la danza, ha fallecido este jueves a los 94 años en Zaragoza. La bailarina ha muerto en torno a las 12.30 horas en su domicilio de la capital aragonesa acompañada de su hija Lola de Ávila y sus nietas, que han estado junto a ella en sus últimos días.

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La artista llevaba una temporada en un estado físicamente débil, pesaba muy poco y llevaba años apartada de la actividad pública. Su hija Lola de Ávila, que también se dedica a la danza, ha declarado a Efe que el cuerpo de su madre, que tenía una salud muy frágil, no será trasladado al tanatorio y que el entierro se realizará "en la más estricta intimidad" el próximo sábado, 1 de marzo.

El funeral se celebrará el próximo lunes, 3 de marzo, en la basílica de Santa Engracia de Zaragoza, que se encuentra en el centro de la capital aragonesa, cerca del domicilio familiar.

TRAYECTORIA

Catalana de nacimiento, María de Ávila ha pasado la mayor parte de su vida en la capital aragonesa, donde ha escrito las páginas más brillantes de la historia de la danza en España.

De Ávila ha dedicado su vida a esta disciplina artística, primero como bailarina y más tarde como maestra, consolidándose como una de sus principales referentes. Comenzó sus estudios con la profesora Pauleta Pamiés y, posteriormente, con Alexander Goudinov, Antonio Bautista y Antonio Alcaraz.

En 1954, la bailarina abrió en Zaragoza un estudio de danza, que se convirtió con el paso del tiempo en una gran Escuela, y en 1982 fundó el Ballet Clásico de Zaragoza. Víctor Ullate y Arantxa Argüelles son algunas de las estrellas que se han formado en esta cantera durante más de cuatro décadas. También desempeñó la dirección del Joven Ballet María de Ávila, Ballet Nacional de España y Ballet Nacional de España-Clásico.

RECONOCIMIENTOS

Entre los galardones y distinciones que recibió durante su carrera profesional destaca el Premio Santa Isabel (1965), Premio San Jorge (1974), Medalla de Oro de la Ciudad de Zaragoza (1982), la Medalla de Oro de Bellas Artes (1989) y el premio Aragoneses del Año en la categoría de Cultura y Espectáculos (1995).

Además, formó parte de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, lo que le convierte en la primera bailarina de una Academia de Arte en España.