La cantaora Francisca Méndez Garrido, La Paquera de Jerez , falleció ayer en la clínica Asisa de Jerez de la Frontera (Cádiz) tras permanecer cerca de un mes en dicho centro, donde sufrió un empeoramiento de su salud y fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), informaron a Europa Press fuentes hospitalarias.

La Paquera fue ingresada en dicha clínica debido a una subida de glucosa hace algo más de tres semanas. El estado de la cantaora fue empeorando y se complicó a causa de una trombosis, por lo que fui ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de este hospital, donde hoy falleció.

La Paquera obtuvo a lo largo de su carrera numerosos reconocimientos, entre los que destacan la medalla de oro de las Bellas Artes, que recibió el pasado diciembre, y el premio Compás del Cante, que obtuvo por unanimidad el pasado 13 de febrero tras la deliberación del jurado de la Fundación Cruzcampo.

Precisamente, la ceremonia de entrega de este galardón estaba programada para mañana en los Reales Alcázares, si bien el acto se aplazó hasta nueva fecha por los problemas de salud que mantenían a la artista ingresada en la clínica.

Con sus 70 años de edad, Francisca Méndez inició su carrera artística en las fiestas de Jerez y grabó su primer disco ya en los años 50. A lo largo de su vida ha actuado sobre los escenarios de tablaos como el Corral de la Morería y Los Canasteros - en Madrid - o Los Gallos - en Sevilla -. Desde los años 70, la artista sólo aparecía en algunos festivales y pequeños recitales de peñas flamencas.

EXITOSO PALMARES

Entre otros reconocimientos figuran el Premio Niña de los Peines, en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, y la Copa de Jerez de la Cátedra de Flamencología. Además, la cantaora jerezana se encontraba entre los artistas candidatos al Premio Príncipe de Asturias por su aportación al arte flamenco.

Francisca Méndez Garrido nació en Jerez de la Frontera (Cádiz), en 1934, en el barrio de San Miguel y en el seno de una familia cantaora de los Méndez. Comenzó a cantar en público con 17 años, momento en el que demostró su vitalidad y su capacidad para comunicar con el público. Con estas credenciales innatas y grabaciones en discos de pizarra partió hacia Madrid, en cuyos tablaos causó sensación a partir de su debut en 1957 en El Corral de la Morería.