El reconocimiento a "toda una trayectoria" y, al mismo tiempo, "y sin ser irreverente, un milagro, ya que hay muchos artistas que pueden merecer este premio". Así, con modestia, se mostraba hace ya 15 años Pascual Blanco al conocer en 1998 que había sido designado ganador del Premio Aragón-Goya, por "la concepción moderna del grabado, ya desprendido de su función histórica, es la que ha conducido a Pascual Blanco a utilizarlos como un banco de pruebas en su investigación artística".

El pintor y grabador falleció ayer en Zaragoza. El sábado había estado en Fuendetodos celebrando el 267 cumpleaños de Goya y en la inauguración de la exposición del legado de Beulas porque al igual que Blanco, había donado su obra gráfica a la localidad zaragozana.

Nacido el 26 de noviembre de 1943 estudió en la Academia Cañada de Zaragoza y en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza, trasladándose a Barcelona para obtener la Licenciatura en la Escuela Superior de Bellas Artes de Barcelona. Además, fue Catedrático de Artes Plásticas y Diseño y Dibujo, en la Escuela de Artes de Zaragoza, de la que fue director; Académico de Número de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza.

TRAYECTORIA Como pintor y también como grabador, ya que partiendo de su perfecto dominio técnico se dedicó a las dos disciplinas, mantuvo desde 1968 una coherente línea evolutiva, partiendo de la abstracción geométrica, de colores muy contrastados, a los que poco a poco fue incorporando clavos, uralitas, etc., hasta que surgió una forma flotante que desemboca en la aparición de unas siluetas

En 1972 se aproximó a la temática más crítica contra la represión social y política. La estructura geométrica se acompaña de masas informes, de un erotismo descarnado, de colores grises y negros para potenciar el tema y de materiales como camisas, uralitas, tablas, etc. Desde 1977 emerge en su obra un cambio radical. Desnudos femeninos y masculinos comparten un vivir desolado, repleto de peligros, en violentas actitudes, que se agitan en el marco de una envolvente vegetación.

EXPOSICIONES En el año 2003 expuso en Zaragoza Gráfica Sombra del Paraíso, donde ponía de manifiesto la realidad de sus palabras: "El grabado influye en mi evolución creativa como pintor", reconocía. Y en 2005 el Palacio de Sástago le dedicó una gran retrospectiva, titulada Imágenes para el recuerdo, con 106 obras suyas, donde se destacaba "la destreza técnica y el trabajo paciente" del artista. En 2011 se pudo ver Viaje al Parnaso (Cántico corporal), en la Galería A del Arte. Su responsable, Mariano Santander, señalaba que el pasado viernes estuvo con Pascual Blanco en la galería, donde se inauguró una exposición por su aniversario y lo recordaba como un "hombre cordial y afectuoso". Y en cuanto a su obra, "siempre vinculada con la vida y con la literatura, un pensador libre además de prudente".

Amigo de Natalio Bayo, José Luis Cano y José Luis Lasala, este último, que se enteró por este diario, solo pudo decir: "Solo puedo pensar que he perdido un amigo".