El actor estadounidense Jerry Lewis, uno de los grandes contribuyentes a la historia de la comedia en el cine, falleció ayer a los 91 años de edad, según confirmaron su familia y allegados al diario Review Journal. Lewis murió en su casa de Las Vegas, acompañado por su familia, y por causas naturales. El actor protagonizó películas como El botones, El profesor chiflado y El rey de la comedia, además de colaborar con el cantante y actor Dean Martin en casi una veintena de filmes.

El histriónico Lewis, que hacía resaltar los dientes y la barbilla con las muecas de su cara, dijo de sí mismo que se veía como alguien «tan discreto como un toro haciendo sus necesidades en la sala de estar». Nacido el 16 de marzo de 1926 en Newark, hijo de un pianista de variedades y una cantante de cabaret, Lewis «explotó» muy pronto la vena cómica en teatrillos con amigos y compañeros de la Irvington School, donde tenía dos motes, Id (idiota) y Ugly (feo).

En 1944 llegó al mundo del espectáculo, a medio camino entre bufón y cantante, con las orquestas de jazz de Jimmy Dorsey y Ted Fiorito. Dos años después formó pareja humorística con el actor y cantante Dean Martin. Martin y Lewis permanecieron juntos una década, hasta 1956, cuando rompieron, y Lewis continuó su carrera en solitario, y no solo de intérprete. A partir de ahí compaginó la actuación, con la escritura de guiones, la dirección y la producción. Entre 1954 y 1964, trabajó para el realizador Frank Tashlin en películas como Loco por Anita (1956), Yo soy el padre y la madre (1958), El ceniciento (1960), ¿Qué me importa el dinero? (1962), Lío en los grandes almacenes (1963) y Caso clínico en la clínica (1964).

CENTRADO EN TELEVISIÓN /A finales de los años 60, impartió dirección cinematográfica en la Universidad del Sur de California y a comienzos de los 70 estuvo más centrado en la televisión, con actuaciones en directo y presentaciones de festivales benéficos. Fue a mediados de esa década cuando llegó su declive artístico. Ni las enfermedades coronarias, la depresión o la fibrosis pulmonar mermaron sus ganas de hacer cine y, muy ocasionalmente, teatro, como el musical Malditos yanquis, que representó en Broadway, en 1995. Así llegaron, entre otros largometrajes, El día en que el payaso lloró (1972) y Smorgasbord (1983), que Lewis dirigió e interpretó; El rey de la comedia (1983), con Martin Scorsese; Arizona dream (1993), de Emir Kusturica, y Miss naufragio (2004), de Bryan Michael Stoller. Protagonista de medio centenar de películas, entre los títulos más conocidos figuran Vaya par de marinos (1952), de Hal Walter; Un chalado en órbita (1966), de Gordon Douglas, y sus propios títulos, como El terror de las chicas (1961), El profesor chiflado (1963), Jerry calamidad (1964), Tres en un sofá (1966) y ¿Dónde está el frente? (1970). Una de sus últimas películas, Max Rose, dirigida por Daniel Noah, fue llevada al Festival de Cannes en el 2013, y en el 2016 intervino en Policías corruptos.

Al margen de su profesión, Jerry Lewis fue dueño de una pequeña cadena de cines y con frecuencia se involucró en labores solidarias, especialmente con la Asociación de Distrofia Muscular estadounidense, que presidió durante décadas, hasta mayo del 2011, y para la que logró reunir unos 1.000 millones de dólares. Entre las condecoraciones recibidas figuran la Legión de Honor Francesa (1984), el León de Oro a su carrera de la Mostra de Venecia (1999), el título de Comendador de la Legión de Honor de Francia (2006) y el Premio Humanitario Hersholt de la Academia de Cine de Hollywood (2009).

En los últimos años, la reputación del artista se vio enturbiada por los insultos contra homosexuales que profirió ante la cámara en el teletón del 2007, por los que se vio obligado a pedir disculpas, aunque continuó realizando comentarios racistas y misógenos. Tampoco dudó en mostrar sus conservadoras ideas políticas.