Millones de personas se han acongojado con el tsunami que creó en Lo imposible, emocionado con los efectos de El milagro de P. Tinto, fascinado con los de Ágora... Pero si algo causa más admiración hoy en día del trabajo de Félix Bergés, uno los más prestigiosos y galardonados creadores de efectos especiales, son sus impresionantes caminantes blancos, esos fantásticos zombis dignos de una serie de la categoría de Juego de tronos, y con los que ya está enfrascado para la última temporada de la ya histórica producción de HBO.

-Alguna cosa sí podrá decir…

-Sí. Puedo adelantar que estamos haciendo muchísimos planos para el capítulo cinco de la última temporada, que es del que nos encargamos. También que nos dedicamos a los efectos que ya hemos hecho antes, como son los dragones y los caminantes blancos.

-Se dice que será la temporada más espectacular…

-Seguro. La HBO se está volcando una barbaridad en esta última entrega. Al menos nosotros sí que trabajamos más en ella. ¿Recuerda esa escena tan espectacular de la séptima temporada con los caminantes blancos atacando en el lago helado?

-¡Cómo no! Además, fue galardonado nada menos que con el Emmy a los mejores efectos.

-Sí, y en esa escena tuvimos un equipo de un centenar de personas trabajando 20 semanas. Pues para esta octava temporada tenemos el doble de producción. Calculo que al final le dedicaremos unas 28 semanas con también un centenar de profesionales.

-Y adiós a Juego de tronos...

-Bueno… Igual no. HBO ya está preparando la precuela, y esperamos estar en ella. Aún no hay nada concreto, pero la verdad es que están muy contentos con nuestro trabajo. Y eso que empezamos a trabajar con ellos en la quinta temporada, ya con dragones y caminantes blancos.

-¿Está preparando algo más de lo que pueda hablar?

-Sí y no. Para el año que viene tengo un par de proyectos muy, muy grandes en EEUU, claro, pero de los que también tengo prohibido hablar por contrato… Pero si salen serán un bombazo.

-Sí podrá decir cómo entró en el mundo de los efectos especiales.

-Soy astrofísico de formación y, como sabía programar, una amigo me ofreció entrar en 1983 en una empresa que acababa crear. Yo solo programaba y hacía gráficos. No tenía ni idea de qué era un plano, una secuencia…

-¿De todos sus trabajos, de cuál está más orgulloso?

-Lo más importante que he hecho en mi vida ha sido crear El Ranchito, que es donde trabajamos ahora para todo el mundo. Y de trabajos concretos…, quizá la película Lo imposible.

-El tsunami que aparece en Lo imposible es impactante.

-Sí, pero hay que decir que, en su momento, fue también un gran riesgo, ya que era la primera vez que se hacía un trabajo de esas dimensiones en España. Por eso es un trabajo del que me siento muy orgulloso… Pero también de la película de P. Tinto, que me da mucha ternura, de Ágora, y por supuesto de Un monstruo viene a verme, que es de lo más bonito que he hecho, y a la que dediqué dos años de mi vida.

-¿Con qué debutó?

-En el cine debuté con la película de Fernando Colomo El caballero del dragón. Fueron 15 o 20 planos y fue una cosa supersencilla.

-¡Vaya salto!: del dragón de Colomo a los de Juego de tronos.

-Lo que se hace ahora con efectos especiales sería imposible hace apenas cinco años. Eso significa que vivimos un reciclaje continuo. No te puedes estar quieto… Cambiamos de programas y de herramientas cada año.

-¿Es fácil hacer buenos efectos con la actual tecnología?

-La tecnología es importante, claro, pero se necesita talento. Y ahora mucho más que cuando empecé. Antes, cualquier cosa, por sencilla que fuera, sorprendía. Ahora ya no, se necesita más talento creativo. Hay que ser un pintor, tener un sentido de la composición del color, del encuadre… Y al talento hay que sumar muchas horas de trabajo e inteligencia, par ser muy eficiente.

-¿Sin efectos especiales no hay cine?

-Es imposible hacer un tipo de cine, pero no otro. Sin efectos, no se podría hacer un plano aéreo de París en 1615, por ejemplo, pero hay otro cine, como el de Woody Allen, que sí se puede hacer, y es una maravilla.

-Pero parece que vamos hacia un cine totalmente FX.

-Creo que sería una pena que el cine se quedara solo con los efectos especiales, y efectivamente a veces pasa. Por ejemplo, las primeras películas de Indiana Jones eran más guion de aventuras que efectos, pero en cambio en las últimas los efectos priman por encima de la historia, que se olvida. Es una lástima y a mí, como espectador, me da pena. Podemos llegar al cine 100% FX, pero, ¿es necesario? Es más fácil rodar a dos personas que tengan un bonito diálogo que montarlo todo con 3D. Es un millón de veces más fácil y lo otro, ¡vaya follón!

-Tal como ve el sector, ¿la tele se comerá al cine?

-Es posible. Y lo veo como espectador: cada vez cuesta más ir a los cines, por el desplazamiento, lo que cuesta… Ir con la familia es una pasta. Y como profesional del medio puedo decir que ahora se produce más en televisión. Nosotros trabajamos muchísimo más para la pequeña pantalla.

-¿Hay buenos profesionales de efectos especiales en España?

-Sí. El problema en España no son los profesionales, sino los incentivos al sector. Si conseguimos que de una vez por todas el Gobierno nos eche una mano, que es lo que hacen la mayoría de los de otros países, creceríamos muchísimo más. Está el ejemplo de Canadá, que hace apenas 20 años no tenía productoras de visual effects, y hoy en día sus empresas facturan 5.000 millones de dólares. Y aquí, pues bueno... Nosotros ahora abrimos una delegación de El Ranchito en Canarias, porque es la comunidad autónoma donde ahora dan más incentivos a nuestro sector.