EL CODIGO DA VINCI

AUTOR: Dan Brown

TRADUCCION: J. Estrella

EDITORIAL: Umbriel

PAGINAS: 557

PRECIO: 16,5 euros

Poco antes de su publicación en Estados Unidos, 5.000 preimpresiones de El código Da Vinci salieron certificadas de la editorial Doubleday hacia las mesas de otros tantos libreros y críticos. Con este flanco cubierto, el autor de la novela, Dan Brown, ultimó el que sería el asalto definitivo: una web basada en el thriller sobre la historia del arte, la religión, las sociedades secretas y un enigma con 2.000 años de antigüedad: el paradero del Santo Grial. Una promoción nueva en el mundo editorial, pero con mucho rodaje en la venta de películas y videojuegos. De momento, en EEUU ya ha vendido cuatro millones de libros.

El código Da Vinci, que ya se ha exportado a 30 países --como Brasil, Holanda, Corea, Suecia y Taiwán--, también es un fenómeno en España, donde desde el 20 de octubre ha vendido 125.000 ejemplares. Algunas grandes editoriales aún no deben de creerse que dejaran escapar este bombón en la Feria del Libro de Fráncfort del 2002. La jugada de Umbriel --que casi ha agotado una primera edición de 100.000 ejemplares, aunque el 40% va para Latinoamérica, y que ya tiene en máquinas una segunda de otros 100.000-- fue tener un buen olfato y comprar los derechos antes de que la novela se publicase en EEUU. (Círculo de Lectores ha vendido casi 57.000 ejemplares; y sumados todos arrojan la friolera de 2.400 libros de media de ventas diarias).

"El secreto del thriller de Brown es que es una especie de resumen de la historia del arte y la religión presentado como un juego de códigos que gusta tanto al público lector como al no lector", explica Aranzazu Sumalla, editora de Umbriel.

"Brown no ha inventado el thriller del siglo XXI, pero ha construido un puzle perfecto", dice Sumalla de la novela protagonizada por el profesor de simbología Robert Langdon, cuya misión es descifrar un misterioso código escrito por el conservador del Louvre minutos antes de morir. A saber, partiendo de hechos que el autor "jura" que son "reales" (descripciones de obras de arte, arquitectónicas y rituales secretos) y de dos organizaciones opuestas (el Priorato de Sión --sociedad secreta fundada en 1099 para proteger el Grial, fundadora de la orden de los templarios, y de la cual fueron maestres Leonardo da Vinci y Victor Hugo-- y el Opus), el lector vuela, literalmente, por más de 500 páginas llenas de pistas para resolver el código ideado por el pintor renacentista. Todo esto pasando por diferentes escenarios, nombres cifrados y progresiones matemáticas que descifran anagramas, como el que deja el conservador del Louvre: "Diavole in dracon; límala, asno" (Leonardo da Vinci; la ´Mona Lisa´ ).

LA POLEMICA

Aunque la mayoría de críticas han sido buenas --"la perfección de un best-seller" (The New York Times ); "cautivador" (amazon. com)--, El código Da Vinci también ha recibido algún palo. Cómo no, por internet, en la web del Opus Dei, a la que quien no quiera que le desvelen el final debe cuidarse mucho de entrar. Quizá porque el personaje de Silas, un numerario con cilicio incluido, es un asesino; quizá por frases lapidarias como "la Iglesia tiene 2.000 años de experiencia en eso de presionar a los que amenazan con desvelar sus mentiras", o porque en la novela se habla de la vida sexual de Cristo. Pero a juicio de Sumalla, esta es una actitud "ridícula".

Como buen fenómeno, éste también será llevado al cine. Por Columbia Pictures. Y Brown ya ha elegido director: Ron Howard.