El Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza que promueve el ayuntamiento y la Comisión Permanente del Libro (Copeli) se plantea como uno de los grandes atractivos de la Feria del Libro 2005 que se celebrará en el Paseo de la Independencia, del 17 al 28 de junio.

Esta nueva ubicación de la Feria, tradicionalmente asentada en la Gran Vía, obedece al deseo unánime del gremio de libreros y editores, según señaló ayer el presidente de Copeli, Joaquín Casanova, y cuenta con el apoyo del ayuntamiento, según lo expresó ayer el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, tras el visto bueno de los Servicios Públicos municipales.

El Paseo tiene registros y otros elementos de emergencia que no pueden ser bloqueados. Sólo queda pendiente de aprobarse el cierre del tráfico por Independencia solicitado para los dos domingos de la Feria, con el fin de desarrollar las actuaciones de animación cultural previstas. Los días laborables y los sábados en esas fechas quedará expedita la circulación rodada para facilitar el acceso de los ciudadanos a los comercios.

Joaquín Casanova afirmó a este diario que la Feria del Libro sólo ocupará el flanco de Correos (los números impares) de Independencia con sus ochenta casetas, en tanto que el pabellón central se situará en la zona de Santa Engracia. En ese islote se bloquearían salidas de coches, pero no entradas.

De esta forma, la Feria del Libro de Zaragoza adquiere una nueva dimensión. Atrás queda el vacío que se sentía en la Gran Vía en las jornadas laborables, y también queda descartado el Parque Primo de Rivera como alternativa, por ofrecer prácticamente el mismo problema. El parque era demandado para la Feria desde círculos ajenos al sector del libro, según afirmó el responsable de Copeli.

En cuanto al premio de Novela Histórica, Juan Alberto Belloch manifestó que con él Zaragoza quiere convertirse en un referente de ese género, al igual que Gijón lo es ya de la novela negra. "Cumplimos un compromiso --dijo el alcalde en referencia al premio-- y queremos abrirlo a otros idiomas". El secretario de la Asociación Aragonesa de Escritores, Juan Bolea, a su vez, recalcó que este premio nace con la voluntad de ser "una seña de identidad" de Zaragoza y recordó la Semana de Novela Histórica celebrada en el marco de la pasada Feria del Libro, que contó con autores de la talla de Julia Navarro o de Juan Eslava.

Bolea incidió en que las obras que opten al premio deberán haber sido seleccionadas por las editoriales que las han publicado, para asegurar que todas las obras que compiten "tienen un alto nivel", precisó. Juan Bolea celebró que el nuevo premio literario vaya unido a "una Feria del Libro renovada".

Joaquín Casanova manifestó a propósito del Premio que tanto los libreros como los editores y los distribuidores están "muy ilusionados con él, puesto que servirá para que la novela histórica continúe con su ascendente número de ventas". A ello contribuirá también la nueva ubicación de la Feria, donde sólo queda pendiente "que nos cierren el paseo los dos domingos" .