El presidente de la Peña Alegría Laurentina de Huesca, Juan Carlos Giménez, ha adoptado la decisión de dimitir de su cargo por estar en desacuerdo con la decisión de la Junta Directiva de suspender el concierto del cantante vasco Fermín Muguruza, que la peña había organizado en principio para el próximo sábado en el antiguo frontón Jai Alai de la capital altoaragonesa. La Junta decidió el pasado viernes por mayoría cancelar la actuación tras la recepción de mensajes amenazantes de grupos ultraderechistas a través de Internet

La decisión de Juan Carlos Giménez es un secreto a voces en Huesca, si bien el hasta ahora presidente de Alegría Laurentina estima que si finalmente no cambia de postura en la reunión que mañana celebra la junta, "los primeros que han de saberlo son los socios". En caso de reafirmarse en la dimisión, esta se haría oficial la próxima semana.

Aún así, Giménez reconoce que la decisión "democrática" adoptada por mayoría de la Junta, integrada por ocho miembros, el pasado viernes "ha creado unas diferencias que entiendo insalvables, si bien tengo que decir que creo en ellos, en una peña que siempre ha defendido la democracia y que está por encima de mi persona. Pero, en este caso, tengo que reconocer que no comparto la decisión", aseguró ayer.

ULTRAS Y ANONIMOS

Juan Carlos Giménez explicó que más allá de los primeros mensajes amenazantes de grupos ultras, como España 2000, fueron mensajes de familiares y otros integrantes de la Asociación de Víctimas del Terrorismo --la mayoría de forma anónima-- los que provocaron la crisis en la Junta Directiva. "Conocíamos las amenazas de los grupos ultras, pero aún así decidimos mantener el concierto. Pero fueron luego mensajes que procedían desde una viuda de las víctimas del terrorismo a otras personas anónimas que tildaban a Muguruza de etarra las que llevaron a la mayoría de la Junta a pensar que si se celebraba el concierto la peña podía verse afectada de forma negativa, incluso a la hora de captar socios".

Ante esta situación, Juan Carlos Giménez dejó también clara su postura, pero no se opuso "a una decisión que fue tomada por mayoría . Una cosa es lo que yo piense y otra la decisión democrática de la peña". Y es que, al entender de Giménez, "tengo muy claro que Fermín Muguruza no defiende una postura violenta, que lo que se está haciendo con él es excesivo y que los motivos que llevaron a adoptar la decisión de echar atrás el concierto no son suficientes".

La suspensión de la actuación de Muguruza en la capital altoaragonesa no sólo ha creado un cisma en la junta de Alegría Laurentina, sino que la propia población oscense se ha manifestado en pro y en contra del autor vasco. En Internet pueden leerse escritos de al menos supuestos oscenses tildando de "vergüenza" la celebración de la actuación y llamando al boicot; y otros recabando mensajes de apoyo al músico irundarra, que en una cifra cercana a los 150 han sido enviados a la peña. También el pasado viernes, durante la reunión de la junta, unas 40 personas se manifestaron a las puertas de la peña Por la libertad de expresión y manifestando su deseo de que el concierto se celebrase.