Lo de Estados Unidos con Pedro Almodóvar es similar a lo de Europa con Woody Allen: el cineasta adorado unánimente que hace casi obligatorio recurrir al dicho de profetas y tierras. La pasión almodovariana, ya demostrada con dos oscars , portadas en las más prestigiosas publicaciones y exitosas respuestas de crítica y público, se reconfirma este año en la 42 edición del Festival de Cine de Nueva York. Con la sección especial ¡Viva Pedro! , el certamen, que empieza hoy, convierte al manchego en el centro de su programación, en la que se incluye el estreno en EEUU el día 9 de La mala educación . El festival, organizado por la Sociedad de Cine del Lincoln Center, celebra de esta forma un aniversario propio: hace 20 años Nueva York se encontró con Qué he hecho yo para merecer esto .