Con la proyección de los primeros cortometrajes a concurso y la celebración, esta noche, de la gala inaugural en la que se entregará el Premio Pepe Escriche a la Filmoteca Nacional, comienza hoy en Huesca el Festival Internacional de Cortometrajes, que llega a su edición número 42 con la intención de retomar su espíritu pionero y "superar la crisis de los cuarenta", a través de la racionalización de sus activos y con el reto de conservar el equilibro de una "marca" ya consolidada.

Así lo explica Jesús Bosque, director del festival, que confía en que el trabajo de los últimos meses (han recibido más de 1.800 cortos para acabar seleccionando 78 de 26 países) dé sus frutos en un certamen que se prolongará hasta el sábado. "En la ciudad se había diluido la esencia del festival porque, poco a poco, se habían ido añadiendo ciclos y propuestas que, para el espectador local, era un poco lío; por eso había que recuperarlo, y darle al corto la importancia que tiene", apunta Bosque.

VUELTA A LOS ORÍGENES Y es que la intención, como ya anunciaron en su presentación, es recuperar el espíritu original, otorgando el mayor protagonismo al concurso de cortometrajes, que atrae cada año a autores procedentes de todo el mundo. Un festival tan antiguo como este precisa mantener un equilibrio: "Hay una larga trayectoria y una imagen de marca ya consolidada, con un núcleo duro, que es el concurso internacional, que hay que proteger y potenciar", explica.

Para ello, el nuevo equipo propuso separar en dos semanas las actividades del festival, una previa al festival con todos los actos extraconcurso que "calienten", pero "sin contraprogramar", precisa el director. En esa línea se proyectó el viernes pasado el primer largometraje interactivo y transmedia, una experiencia en la que el espectador puede participar de forma activa en la película a través de una aplicación de su teléfono móvil. También es nueva la posibilidad de asistir a pases de largometrajes en el Teatro Olimpia, dentro de la sección Nuevos realizadores Iberoamericanos.

Bosque recuerda algunos datos: El país con más cortos seleccionados es Francia; de los latinoamericanos, el país con más candidatos a ganar el Premio Danzante es Brasil, y, de los 78 cortos, ocho son óperas primas.

"Los participantes saben que el de Huesca es uno de los cuatro concursos que en España pueden preseleccionar los trabajos que concurran a los Óscar representando a España", recuerda el director, un privilegio del que pueden presumir desde hace ya diez años.

Este año, el realizador aragonés Carlos Saura recibirá el Premio Luis Buñuel en reconocimiento a toda su carrera, y la actriz Adriana Ugarte recogerá el Premio Ciudad de Huesca por su proyección en la industria cinematográfica española y por su "talento natural".