El festival de cine fantástico de Sitges apuesta este año por "los territorios fronterizos como el thriller", según declaró ayer el director del certamen, Ángel Sala, que también destacó la vitalidad del "emergente cine latinoamericano de género".

El certamen, que se celebra del 3 al 12 de octubre con un presupuesto de 1.731.225 euros, presenta este año una programación "que amplía los límites del fantástico", con la intención de mostrar "lo mejor que se está haciendo en todo el mundo, descubrir talentos y atraer público muy variado", según Sala. También subrayó que "por primera vez, el festival dedica un apartado al thriller y al cine de acción más policiaco, que siempre ha estado presente pero ahora se independiza dentro de una sección oficial".

Ángel Sala destacó que se proyectarán varias películas latinoamericanas, fruto "de la tendencia al cine de género que se está apreciando en países como Argentina, México, Chile y Uruguay". En este apartado, el director mencionó el filme uruguayo Dios local, de Gustavo Hernández, y el argentino El día que trajo la oscuridad, de Martín Desalvo.

"Ampliamos los límites del fantástico porque la tendencia actual va hacia los géneros híbridos. De hecho, el 60% de los filmes que se estrenan hoy en día tienen algún elemento fantástico, porque es un género en alza".

El festival se inaugurará el próximo 3 de octubre con la proyección de REC 4, de Jaume Balagueró. "Tenemos que ser positivos porque hay muy buen cine hecho en España", agregó en referencia a la buena acogida de las producciones nacionales en el Festival de Cine de San Sebastián. De hecho, dos de los principales atractivos de la presente edición del certamen son una producción de Álex de la Iglesia titulada Musarañas y la presencia del actor Antonio Banderas, que traerá su largometraje Autómata. Pero Sitges tiene también vocación internacional, de hecho se verán las últimas películas de Jean-Luc Godard y David Cronenberg.