Varios festivales han colgado el cartel de 'Agotadas las localidades' este verano. Aproximadamente 2.057.000 espectadores, cerca de medio millón más de personas que en 2017 (1.580.000 asistentes), acudieron a ellos. "Hay que coger esos datos con prudencia, pero suponen un incremento muy importante. Los festivales se han instaurado como una nueva forma de ocio, de encuentro social y de consumo cultural", señala Albert Salmerón, presidente de la Asociación de Promotores Musicales (APM). "Desde hace años hablamos de techos y posibles burbujas. Ahora se está alcanzando cierta madurez, pero queda mucho recorrido", opina Salmerón. Y así lo reflejan los datos de los distintos organizadores consultados.

"El mercado de festivales está más sano y fuerte que nunca. Y me remito a los hechos", destaca Javier Arnáiz, director de Mad Cool, uno de los éxitos de la temporada. Pasó de 135.000 asistentes en su segunda edición a registrar 240.000 este año en los tres días de conciertos gracias a un espacio mayor y una apuesta redoblada en su cartel.

Mad Cool cerrará 2018 como el mayor festival en cuanto a número de visitantes por jornada y el tercero en asistencia global por detrás del Arenal Sound de Burriana (Castellón), que, con 300.000 espectadores, se ha topado de forma súbita con el Medusa Sunbeach de Cullera (Valencia), que replicó esa cifra después de reunir a 165.000 personas en 2017.

PRIMAVERA SOUND

A los festivales del podio les siguen el Primavera Sound de Barcelona, que también batió su mejor registro al reunir a unos 220.000 asistentes (208.400 el pasado año); el Rototom Sunsplash de Benicàssim (Castellón), con 208.000 frente a los 250.000 de su anterior edición; y el Viña Rock de Villarobledo (Albacete), que repitió números: 250.000 personas.

Por detrás, el Festival Internacional de Benicàssim (FIB), que congregó a 168.000 asistentes (177.000 en 2017), y el Dreambeach, que ha anunciado ya su primera edición internacional en 2019 en Chile tras reunir en Villaricos (Almería) a 155.000 personas (160.000 el pasado año).

Completan el "top 10" el Weekend Beach Festival de Torre del Mar (Málaga), que mejora en 8.000 personas los 132.000 asistentes previos, y la edición número 25 del veterano Sónar de Barcelona, que reunió a 126.000 asistentes, una cifra récord frente a los 123.000 del 2017.

Para Salmerón de cara al futuro es fundamental una mejor colaboración con las administraciones públicas. "Hablamos de grandes eventos que necesitan como mínimo complicidad, permisos, sin contar con subvenciones como las que recibe cualquier otro sector que impulsa la economía", subraya.