La lluvia fue uno de los protagonistas en el día de ayer. Durante toda la jornada, el cielo se mantuvo gris y amenazante y, aunque no llegó a diluviar, el goteo y la llovizna fueron constantes. Los puestos de libreros y editores a lo largo del Paseo Independencia no brillaron al sol pero, según dijo César Muñío, presidente de Copeli, quien se encarga de la organización del acto, «a pesar de la lluvia la afluencia en total será poco menor a la del año pasado».

El tiempo hizo ayer que los vendedores se mostraran tensos a lo largo de toda la jornada, y en más de una ocasión tuvieron que tapar los libros con lonas y plásticos y a los firmantes con paraguas. «Va a ser peor que el año pasado porque fue insuperable, hizo un día espectacular. A pesar de eso hemos seguido vendiendo por debajo de las lonas», decía Félix González, de la librería Portadores de Sueños.

Otros eran más optimistas, pero todos mencionaron la «tensión» que produjo el cielo encapotado. Paco Goyanes, de la librería Cálamo, señaló que el día estaba yendo «bien». «A pesar de la lluvia es importante estar hoy aquí. Las ventas que se hacen un día como hoy nunca vienen mal y, además, San Jorge es una tradición con la que hay que cumplir», comentó Goyanes. En el puesto de la librería Antígona coincidían con el diagnóstico. «La afluencia de público es buena para lo que podría ser por la lluvia, Es importante estar aquí porque hay gente que no entra en las librerías y aquí pueden ver nuestros catálogos», decían.

DARSE A CONOCER

Entre los puestos que eran novedad este año estaba la Fundación José Antonio Labordeta. Tan solo dos semanas después de haber publicado TeBeO Labordeta están a punto de lanzar la segunda edición. «Otros años hemos estado en la sede de la fundación, y estar hoy en la calle es una alegría. El cómic se está vendiendo muy bien, seguido por los libros de poemas», comentó Paula Labordeta. Por su parte, Juana de Grandes, viuda de José Antonio Labordeta, dijo que la respuesta de la gente estaba siendo «espectacular». «Me hace mucha ilusión recibir tanto cariño. Se me acerca mucha gente contándome anecdotas sobre José Antonio. Me sigue sorprendiendo la cantidad de personas que le conocía de alguna manera u otra».

Para editoriales más pequeñas, como Rasmia, el día de San Jorge es una ocasión importante para hacer caja. Javier Lapuerta, uno de los dueños de la editorial así lo atestiguó: «El año pasado fue mejor porque hizo un día muy bueno, pero aun así por ventas sigue siendo un día muy importante». No obstante, para otros no es tan importante lo vendido, sino darse a conocer. «Para nosotros, la cantidad de dinero que hacemos hoy no es especialmente relevantes, pero me gusta poder sacar nuestro catálogo a la calle. Estoy aquí para reivindicar la importancia del libro, porque son el vehículo principal que tiene la cultura. Los libros tienen que salir a la calle a buscar a la gente», dijo Raúl Herrero, de Libros del innombrable.

También hubo disparidad a la hora de seleccionar las obras más buscadas, pero uno de los libros con más éxito ayer fue Batallador, de Jose Luis y Alejandro Corral. El recientemente galardonado con el Premio de las Letras Aragonesas estuvo firmando junto a su hijo ejemplares en varios momentos del día, y ambos coincidieron en la gran cantidad de afluencia que habían percibido. «La gente nos pregunta mucho si tuvimos problemas al escribir el libro entre los dos», dijo Corral hijo. «Ha venido gente sin parar, sienta muy bien ser un profeta en tu tierra», dijo por su parte José Luis Corral. Filek, de Martínez de Pisón u Ordesa, de Manuel Vilas fueron otras de las obras más requeridas en los stans.

El escritor zaragozano David Lozano, que hace poco presentó su nueva novela Desconocidos, estuvo también presente. «Me pidieron ir a San Jordi, pero yo prefiero estar en mi tierra. El día del libro en Zaragoza puede competir perfectamente con Barcelona», afirmó Lozano.

OJEADORES LITERARIOS

Entre los que paseaban por los puestos en el Paseo de la Independencia, muchos reconocían que no buscaban ningún libro en concreto. «Hemos venido a ojear, pero siempre picamos algo. También buscamos libros para el peque, que está aprendiendo a leer», comentaron María Ángeles y Pablo. «He venido a mirar, y me compraré algun libro si me llama la atención, pero es muy difícil decidirse con tanto libro y tanta gente. Si puedo, eso sí, compraré el lirbo de alguna escritora mujer porque están menos visibilizadas», comentó Laura, una joven zaragozana. En contraste con los que salieron simplemente a pasear, también hubo gente que fue a la caza de sus autores favoritos. «Nos compraremos cuatro o cinco libros cada una, y especialmemte hemos venido a por El golpe posmoderno, de Daniel Gascón. En San Jorge solemos comprar solo autores aragoneses», dijeron Yoli y Nana, madre e hija. Los que se decidieron a comprar tuvieron ayer un 10% de descuento.

La velada literaria estuvo amenizada por música, teatro y actos adyacentes, como el recital de poesía que se celebró en Capitanía. Asimismo, los actos por el día del libro no concluyeron ayer. Hoy a las 12.00, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, dará inicio a la lectura pública del libro Viaje de la prosa al verso, de Encarnación Ferré.