BEBIDA FAVORITA:

CHAMPÁN, MARTINI

No se puede imaginar el brillo de la Era de Jazz sin la ginebra que Fitzgerald y su esposa Zelda trasegaron a placer. Y cuando aquella época dorada se hizo añicos, un derrotado Fitzgerald siguió aferrándose al gin porque, aseguraba, es la única bebida que no deja mal aliento. "Primero tomas un trago, luego el trago te toma a ti".