Conocer la pintura y la caligrafía japonesa a través de la obra de Kumiko Fujimura. Ese es el objetivo de la muestra La danza del pincel, que se expone desde hoy y hasta el 2 de mayo en la Biblioteca de Aragón. Las pinturas expuestas presentan al espectador un repertorio de composiciones de gran modernidad, elegancia y delicadeza en el formato más reconocido de este arte, el pergamino japonés o kakemono.

La muestra se divide en dos partes: una primera que consta de una selección de pinturas de Kumiko Fujimura, que reúne pintura contemporánea en acrílico sobre lienzo en la que, con un estilo inspirado en la pintura zen y los trazos de la caligrafía oriental, se expresa la belleza del movimiento de la danza. La segunda parte se trata de una selección de caligrafías tradicionales japonesas en formato kakemono que presenta el ritmo del pincel cuando se escriben artísticamente poemas, dichos o palabras. Este arte, sobrio y elegante, consiste en lograr trazos que expresen el ritmo y la armonía del movimiento del pincel, como en una danza.

Como explica el comisario de la exposición, el profesor de la Universidad de Zaragoza David Almazán Tomás, «el color muchas veces desaparece, o tiene un protagonismo secundario, frente a la fuerza de la pincelada hecha en tinta negra (sumi). Estos trazos tienen la energía suficiente para captar y representar la esencia de la elegancia del movimiento del artista con el pincel. El pincel parece bailar cuando escribe y detiene el movimiento cuando plasma un instante de una danza. La enmarcación en formato kakemono es característica de las artes del pincel en Japón».

Esta exposición pretende conmemorar el 150º aniversario del establecimiento de relaciones hispano-japonesa.