Aunque Frank Oz se empeñe en asegurar que su película no es un remake, que tiene "un ángulo muy diferente" a la original y que "habla de sentimientos en un sentido contemporáneo", su versión de la novela de Ira Levin The Stepford wives tiene un digno precedente en la cinta del mismo título dirigida en 1975 por Bryan Forbes. En aquélla no había referencia alguna a los reality shows y el personaje principal --interpretado por Katharine Ross-- era un ama de casa y no una ejecutiva de éxito. Tampoco aparecía el papel que ahora hace Glenn Close y los grandes cerebros de la historia eran los hombres. Pero la esencia es idéntica y la adaptación de la historia urdida por Ira Levin, autor de La semilla del diablo, es hoy tan divertida, marciana y retrofuturista como hace tres décadas.